10 de julio 2020 - 00:00

Primer semestre: Merval (en dólares CCL) bajó 29%

El segundo trimestre borró gran parte de las pérdidas que habían dejado los primeros tres meses del año.

Hay consenso en todas partes. El semestre que termina es el más extraño de las últimas décadas. Y las bolsas no podían estar ajenas: los principales índices bursátiles del mundo, con excepción del Nasdaq (subió 16% en el primer semestre), tuvieron desplomes fenomenales entre febrero y abril y comenzaron a recuperarse a mediados del cuarto mes del año. Los analistas aseguran que la caída tocó un piso y que, a pesar del rebote en V, deberá haber nuevos datos positivos en la economía real y en el aspecto sanitario para ir en búsqueda de nuevos máximos.

En Estados Unidos el Dow Jones cerró la primera mitad del año con una caída del 9,3%, aunque la razón está en el primer trimestre. De hecho, en el segundo rebotó cerca del 18%, algo que no se veía desde 1987. En Europa la Bolsa de Londres, por ejemplo, cerró el semestre un 18% abajo, pero con una recuperación de casi el 9% en el segundo trimestre.

Y Sudamérica reflejó la tendencia: el Bovespa de Brasil, entre el 31 de marzo y el 30 de junio, saltó casi un 24% en dólares, aunque no le permitió borrar la pérdida y cerró la primera mitad del año con una baja de 39,57%. Aquí el Merval, pese a haberse recuperado durante el verano bursátil, cerró el semestre con una caída (midiendo en dólar CCL) del 28,5%.

“Fue un buen trimestre en términos de rendimientos para casi todos los activos argentinos”, indicó un informe reciente de la sociedad de Bolsa SBS. “Vemos dos grandes factores: a fines de abril se abandonó la percepción de que se venía un default sin negociación. El riesgo sigue, pero hace varias propuestas dejamos detrás los análisis de sostenibilidad y entramos en terreno de decisión política. Este cambio en la percepción permitió una recuperación en las paridades de la deuda en dólares y quitó una mochila al equity. En segundo lugar, la emisión monetaria desencadenó un desplome nominal de tasas allá por abril. Este exceso de liquidez, combinado con restricciones al acceso al mercado de cambio, tuvo como consecuencia un aumento en la tolerancia al riesgo en inversores locales”.

Ahora bien, más allá del caso local, con las particularidades propias de la Argentina, ¿qué es lo que hizo que las bolsas saltaran a pesar de que el covid-19 aún sigue ahí? “Los mercados se anticipan a la economía real y esperan una recuperación, dada la inyección de liquidez de los bancos centrales y del apoyo fiscal que se dio a las economías en Europa y EE.UU.”, resumió Diego Ferro, argentino que se desempeña en Wall Street en M2M Capital.

“Los índices se recuperaron, pero no del todo. Les está yendo muy bien a los sectores que se beneficiaron por la pandemia, pero los small caps siguen muy por debajo de donde estaban”, añadió. Prueba de lo que dice Ferro es que el índice Nasdaq, donde cotizan las empresas tecnológicas, a contramano de lo que sucedió en el mundo cerró el semestre con un alza del 16%.

Por su parte, el jefe de research del Instituto de Capacitación Bursátil, Leandro Ziccarelli, explicó: “La reacción de los mercados es la normal: cuando vieron que había piso se salió para arriba y ahí no importaba que vengan malos datos, porque eso ya está incorporado en los precios. Ahora están en una zona de lateralización, esperando que lleguen mejores datos y por eso no se fueron a buscar nuevos máximos”.

En tanto, Luis Palma Cané, socio de Fimades, consignó: “El escenario se empezó a despejar por el esfuerzo de estímulo de los bancos centrales y porque, además, a partir de la primera etapa de cierre de actividades económicas, la gran mayoría de países empezó a abrir fases y ahí se produjo una reacción positiva de los mercados, con niveles récords de las bolsas de los Estados Unidos”.

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