Viajar dólares ya no resulta imprescindible para quienes recorren Europa. Los avances tecnológicos y la eliminación de restricciones cambiarias permiten hoy resolver la mayoría de los gastos directamente desde el celular. El cambio no solo aporta comodidad, también reduce riesgos y garantiza tipos de cambio más competitivos, aseguran los expertos.
Los monederos digitales y las tarjetas vinculadas a apps bancarias o de pago marcan la diferencia en la experiencia del viajero. Esta tendencia crece en todo el mundo y en Europa alcanza niveles masivos: comercios, restaurantes y transportes ya priorizan el uso de pagos electrónicos.
Apple Pay y Google Pay para compras en el exterior
El auge de plataformas como Apple Pay y Google Pay abrió la puerta a una manera más simple y segura de pagar en el extranjero. Ambas herramientas permiten asociar tarjetas de crédito o débito al teléfono y realizar pagos sin contacto en segundos. Para el usuario, la operación es igual de válida que con la tarjeta física, pero con mayor seguridad.
Entre sus principales ventajas se destaca la reducción del riesgo de pérdida o robo, ya que no es necesario portar el plástico ni grandes sumas de efectivo. Además, en caso de extravío del celular, las aplicaciones ofrecen la posibilidad de bloquear el acceso de manera remota, lo que añade una capa extra de protección
Google Pay, disponible en dispositivos Android y smartwatches con Wear OS, también integra programas de fidelización y descuentos de comercios asociados. Su flexibilidad lo convierte en una opción práctica para quienes buscan un ecosistema amplio.
Por su parte, Apple Pay se integra a la perfección con iPhone, Apple Watch, iPad y Mac. La experiencia es fluida y minimalista, con funciones como Apple Cash y recompensas diarias en efectivo. Su fortaleza radica en la integración completa con el ecosistema Apple y en su alta aceptación.
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