Timerman denunció una "campaña de intereses" para desprestigiar el clima de inversión en el país
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Durante los últimos meses, el Gobierno aplicó distintas medidas que restringen el giro de utilidades al exterior y buscan promover la reinversión en el país, contrario a los intereses de las casas matrices.
Timerman se valió de informes "muy positivos" sobre la situación actual de la inversión extranjera en el país, con datos aportados por Naciones Unidas, la OCDE, y la CEPAL, que "desmitifican preconceptos instalados en el país por economistas y pseudo entretenedores, que hablan de poca inversión extranjera directa y que sólo buscan desalentar a la gente".
Asimismo, se refirió a "los 55 tratados de inversión multilateral que firmaron los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa", que, consideró fueron "una entrega de la soberanía nacional" en materia de políticas de inversiones, dijo.
En este sentido, comparó a la Argentina con Brasil, donde ese país "firmó cero tratados" en la década anterior, en alusión los grados de libertad en materia de inversiones extranjeras, de las que goza el país vecino.
Estos tratados, destacó, "no pueden modificarse" y tienen "al menos 15 años de vigencia", se lamentó. Y son los que, de existir diferencias entre el Gobierno y una multinacional, se dirimen ante el CIADI, el Tribunal arbitral administrado por el Banco Mundial.
Durante la presentación, el canciller develó distintos mitos que el país está entre las 11 economías más abiertas del mundo, y dentro del G-20 sólo es superado por Alemania, de acuerdo a un informe de la OCDE.
Timerman señaló que "la Constitución argentina garantiza el trato igualitario entre inversiones nacionales o extranjeras", ya que "aquí, y eso no sucede en todos los países, pueden acceder a créditos, muchas veces otrogados por el Estado Nacional", añadió.
El funcionario, que estuvo acompañado de la Secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón, recordó casos como los de General Motors, que recibió un préstamo de $259 millones; de FIAT, que se adjuficó más de $500 millones; y Pirelli, que tomó créditos por $192 millones.
Otro punto que buscó desterrar el Canciller es el "mito" de que el país "no recibe inversiones extranjeras para nuevos proyectos".
"Año tras año hemos superado los promedios de las últimas tres décadas en inversiones para nuevos proyectos", aseguró el funcionario y precisó que en los ´90, el 578% de la inversión extranjera se destino a comprar lo que ya existía".
En cambio, desde 2003, el 93% de la inversión extranjera se destina a nuevos proyectos productivos, que generaron cientos de miles de puestos de trabajo.
En promedio, sin considerar la compra de empresas, "la inversión rondó los u$s3.500 millones en los ´90 y superó los u$s 5.400 millones durante la última década".
Timerman también fue contra de la afirmación de que "el país recibe inversiones de baja calidad".
A través de un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (CEPAL), el funcionario indicó que la Argentina recibe la mayor proporción de proyectos de alta intensidad tecnológica de América del Sur. Mientras que el 51% de las inversiones son de intensidad media alta y alta, Brasil, Colombia, Perú y Chile no llegan al 40%, detalló.
Por último, el canciller rechazó que Argentina esté aislada del mundo. Dijo al respecto que "más de 2.000 empresas extranjeras están radicadas en el país con visión de largo plazo" y resaltó que estas inversiones son de carácter productivo y aportan a la generación de empleo.
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