12 de septiembre 2007 - 00:00

Ya no hay un peso ni para las buenas

Ya no hay un peso ni para las buenas
Lo que faltaba, que un día llueva sopa y el mercado local cuente con un tenedor en la mano. Una rueda como para que se preocupe el ámbito local, porque no hay nada a qué echarle culpas de la palidez extrema que se vivió en el recinto porteño. Con lo que llegaba del Dow Jones, 1,3% de repunte, con aquello que se potenciaba en el Bovespa y un rebote de 2,4%, lo menos que podía aguardarse -del mercado más negativo de América-era alguna muestra decorosa, sacando partido de la imitación simple de lo exterior. Tan endeble como lucen en estos días esos repuntes notorios, pero donde cabe asimilarse en el momento en que se dan.

(Párrafo para Shanghai, con un derrape de 4,5%, en un escenario chino donde la inflación ha dicho presente en la economía y promete secuelas, sobre el más exuberante índice del mundo.)

Pero el problema de otros no corresponde asumirlo por estos lares, donde la preocupación sube de tono y por una sola cuestión: ¿no quedó «un peso» para el mercado accionario? ¿Tan secos están los conductos de la liquidez financiera? Y debe ser así, tómese al indicador bursátil como termómetro para sacar conclusiones...

  • La pobreza

  • Los indicadores sitúan al Merval y sus órdenes «bajo la línea de pobreza». Ayer, con un saldo en precios líderes de plena neutralidad final. Y con un leve movimiento que distinguió al máximo -2.033- del mínimo, en 2.018. Y concluyó en el piso intradiario, dando 0,03% como respuesta. Al hacer el recuento de «votos» por las acciones, salvo que le haya pasado como a Juez, las urnas de tesorería de la Bolsa dijeron que sólo $ 38 millones fueron hechos, en efectivo.
    Decayendo de lo anterior, donde había repuntado levemente a los $ 50 millones, creando zonas de grandes lagunas operativas. Jornada en blanco total, con anemia en los índices, ciertamente para dejar preocupaciones. Y la Bolsa, rígida.

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