Acortan distancias en CGT-Caló por ley sindical

Alberto Roberti y Antonio Caló

La influencia del papa Francisco puede acortar distancias en la CGT oficialista, cruzada por internas políticas. En Roma, donde una comitiva de la central obrera más afín al Gobierno visitó al Pontífice la semana pasada, sus dirigentes acordaron unificar una postura en defensa de la ley de asociaciones sindicales en la nueva composición de la Cámara de Diputados. La estrategia contó con la venia del jefe de la organización, el metalúrgico Antonio Caló.

La unidad de criterio parecía difícil por las diferencias que surgieron en la organización a partir de la última campaña electoral. Así, mientras el Frente para la Victoria (FpV) nominó a Oscar Romero (mecánicos, SMATA), el Frente Renovador ubicó en su lista al "gordo" Héctor Daer, del gremio de la Sanidad. La visita al Vaticano pareció acortar distancias.

"En Roma hablamos con Romero y con el resto de los compañeros la posibilidad de defender la ley de asociaciones sindicales en la nueva etapa en Diputados. Vamos a ser 15 legisladores de extracción gremial que, en líneas generales, vamos a sostener una agenda en común, que cuenta con el visto bueno de Caló", le dijo a este diario Alberto Roberti, diputado por la agrupación de Sergio Massa. Roberti respondía antes de las últimas elecciones a Francisco de Narváez, pero en la campaña selló su pase al Frente Renovador junto con su mujer, Mónica López.

El dirigente arriesgó que incluso podría haber un proyecto de ley impulsado por los diputados sindicales. "La idea es salvaguardar el artículo 31 de la ley", agregó. Se refirió así a la porción de la Ley 23.551 que la Corte Suprema declaró inconstitucional en junio último. Ese artículo les garantiza a las organizaciones sindicales con pleno reconocimiento la facultad de representar a solas en un conflicto a los trabajadores amparados por su convenio colectivo. La Corte dictaminó que una entidad sin ese reconocimiento también está en condiciones de defender al personal ante una disputa con los empleadores.

Roberti estimó que varios diputados de extracción sindical acompañarían una iniciativa de esas características. Mencionó a sus colegas del Frente Renovador como Daer y hasta Fabián Alessandrini, de la Asociación de Trabajadores del Estado y miembro de la CTA oficialista que lidera Hugo Yasky. Aunque la CTA mantuvo históricas diferencias con la CGT respecto de los criterios de libertad sindical sostenidos por la Corte, el petrolero afirmó que "Alessandrini apoyaría porque tiene grandes diferencias con Yasky".

También mencionó a Héctor Recalde, que se presume mantendrá por el FpV la presidencia de la Comisión de Legislación Laboral; a Carlos Gdansky y Oscar Martínez, ambos de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y a Dante González, petrolero y electo diputado nacional por Mendoza, entre otros.

En cambio, planteó diferencias con Facundo Moyano, hijo del jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, y quien tiene dos años más como diputado nacional. "Facundo tiene otra idea y está impulsando iniciativas distintas de supuesta democratización de los gremios. En los sindicatos hoy la democracia es plena y participativa, y Moyano en este caso está aislado", agregó. El hijo del camionero, que formará un bloque con el canillita Omar Plaíni, impulsa una iniciativa orientada a limitar las reelecciones indefinidas en los gremios.

La Cámara de Diputados tendrá legisladores de varias expresiones sindicales. Aunque todavía no hubo contactos formales para avanzar en una agenda común, se especula con eventuales acciones coordinadas sobre cuatro ejes: el modelo sindical, los fondos de las obras sociales, la defensa del actual modelo de gremios, el combate al empleo no registrado y el abordaje de la inflación.