11 de mayo 2009 - 00:00

Admiten que se profundizará crisis financiera en provincias

Fabiana Ríos
Fabiana Ríos
Tras la coyuntura superavitaria observada entre 2003 y 2005, las finanzas públicas de las provincias ingresaron en un sendero de deterioro sistemático, debido al mayor crecimiento del gasto, especialmente en salarios; situación que se profundiza en el contexto de un año electoral.

«Para el ejercicio 2009 el panorama fiscal de las provincias asoma más sombrío, dado que nuestras proyecciones arrojan un déficit (financiero) consolidado del orden de los $ 8.000 millones, lo que confirmaría que el deterioro de las finanzas subnacionales todavía no ha encontrado su piso», analizó Rogelio Frigerio, titular de la consultora Economía y Regiones.

Bajo esta perspectiva, las provincias surgen como claras perdedoras dentro del esquema de coparticipación actual. «Estimamos el monto de recursos que las provincias dejarían de percibir (o cederían) durante 2009, a través de cuatro mecanismos ligados a la coparticipación federal de impuestos: la Coparticipación Total del Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios, la Actualización de las Sumas Fijas, el Cumplimiento de la Garantía del 34% y el Financiamiento vía Recursos Tributarios a la ANSES», amplió a través de un informe de la consultora.

Este proceso de erosión del ahorro público se aceleró en el último año con un resultado primario (antes del pago de intereses de la deuda pública) deficitario por primera vez desde 2002, en tanto que el déficit financiero se incrementó casi un 400% respecto del de 2007. Y aunque hay casos más complicados que otros, como Tierra del Fuego, administrada por Fabiana Ríos, o Buenos Aires, territorio de Daniel Scioli, la totalidad de los distritos cerrará el año con déficit primario. Incluso, en la variante los gobernadores ya no disimulan el dramático escenario: días atrás, un ministro del Gobierno del entrerriano Sergio Urribarri admitió las dificultades que tiene esa provincia para hacer frente al aumento del gasto en relación con los ingresos.

«Para el ejercicio 2009, el panorama fiscal de las provincias asoma más sombrío, dado que se prevé una fuerte desaceleración del ritmo de crecimiento de la coparticipación federal de impuestos y de la recaudación provincial, ambas variables afectadas por la caída en el nivel de actividad económica», señaló Economía y Regiones.

Coparticipación

En tanto, para 2009 las proyecciones indican que los recursos no transferidos a provincias por la coparticipación parcial del impuesto al cheque se ubicarían en torno a los $ 7.500 millones, situando en $ 33.106 millones los recursos resignados por las provincias desde la implementación de este tributo.

Pero no sólo pierden por ese impuesto. El incumplimiento de la garantía del 34% del piso de coparticipación implicaría que las provincias también dejen de percibir unos $ 3.076 millones durante 2009, en tanto que en relación con el financiamiento tributario a la ANSES, las provincias aportarían nada menos que $ 25.377 millones durante el mismo período.

Por otra parte, el Gobierno nacional viene trabajando en planes anticrisis para evitar una recesión económica. Las transferencias discrecionales a las provincias destinadas a gastos de capital juegan un papel importante de estas políticas, que en su mayor parte están a cargo del Ministerio de Planificación Federal y Vialidad Nacional.

El monto presupuestado para 2009 de los principales programas a su cargo totaliza $ 7.437,7 millones, los que resultan un 9,6% inferiores al crédito del 2008, significando menores transferencias a provincias por $ 785,9 millones.

Transferencias

Si bien a la fecha los diferentes programas de estas dos dependencias nacionales presentan un nivel de transferencias del 23% respecto del crédito presupuestado, a nivel interprovincial este porcentaje no resultó homogéneo entre las distintas jurisdicciones.

Mientras la transferencia de fondos hacia Misiones, Río Negro y Santiago del Estero presenta niveles muy superiores al promedio, a otras provincias como Catamarca, Santa Fe y Corrientes les resta percibir el 95%, 97% y 99%, respectivamente, del crédito anual presupuestado.

Aunque no puede preverse qué pasará efectivamente con las transferencias discrecionales a provincias en lo que resta del año, una posible disminución de éstas como consecuencia de las dificultades fiscales que pueda presentar la Nación a partir del segundo trimestre del año constituye una señal de alarma en el actual contexto de deterioro de las finanzas públicas provinciales y necesidades sociales y de infraestructura crecientes.

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