29 de agosto 2017 - 00:00

Alerta máxima por un misil de Norcorea que sobrevoló Japón

El premier Shinzo Abe pidió “precaución” a sus ciudadanos y afirmó que se trata de una situación “sin precedentes”. Poco antes, Pyongyang había amenazado con “hundir” todo el territorio estadounidense.

DESPLIEGUE. Inmediatamente corrió la noticia, Japón puso en posición a sus baterías antimisiles en Tokio.
DESPLIEGUE. Inmediatamente corrió la noticia, Japón puso en posición a sus baterías antimisiles en Tokio.
Tokio - Corea del Norte lanzó ayer un misil balístico que sobrevoló Japón y cayó al oeste de la costa oriental de la isla de Hokkaido en el Océano Pacífico, reveló el Gobierno de Shinzo Abe, que recomendó a sus ciudadanos tomar precauciones y afirmó que se trata de una "amenaza grave y sin precedentes".

El proyectil cayó a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago japonés, según anunció el portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa. El disparo tuvo lugar a las 5.57 hora local desde la localidad de Sunan, próxima a Pyongyang, agregó por su parte el Ejército de Corea del Sur.

El nuevo ensayo armamentístico tiene lugar después de que el sábado Pyongyang lanzara tres proyectiles balísticos de corto alcance a las aguas del mar de Japón, y constituye una "grave y seria amenaza sin precedentes para la seguridad" del archipiélago nipón, afirmó Suga.

El cohete recorrió una distancia total de 2.700 kilómetros y alcanzó su punto álgido a unos 550 kilómetros de altura, señalaron fuentes militares surcoreanas a Yonhap.

Al cierre de esta edición, Tokio se encontraba analizando la situación junto a sus aliados Washington y Seúl, añadió el vocero, al tiempo que convocaron a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional.

En tanto, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, por sus siglas en inglés) precisó que el misil "no supuso ninguna amenaza para Norteamérica", subrayó el coronel Rob Manning, un portavoz del Departamento de Defensa.

En una breve intervención pública, Abe sostuvo que su Gobierno trabaja para "garantizar la seguridad de sus ciudadanos" y que tratará de "averiguar las intenciones que hay detrás de la nueva provocación de Pyongyang".

Corea del Norte probó el mes pasado dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM), y el primero de estos lanzamientos, realizado el 4 de julio, le valió al hermético país asiático un paquete de nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Estados Unidos y Corea del Norte protagonizan una de las peores escaladas retóricas de los últimos años. Frente a esa situación, el presidente estadounidense, Donald Trump, respondió con un tono inusualmente beligerante a la amenaza, prometiendo "fuego y furia", lo que llevó a su vez al régimen norcoreano de Kim Jong-un a advertir de un posible ataque a la isla estadounidense de Guam, en el Pacífico Occidental.

La tensión dialéctica se había moderado en las últimas semanas, pero se reactivó a raíz del inicio la semana pasada de unas maniobras militares conjuntas de Seúl y Washington, que movilizaron a unos 67.500 soldados en la península coreana.

Los dos aliados presentan a la colaboración militar como defensiva, pero para Pyongyang representa una repetición provocadora de la invasión de su territorio.

Poco antes de que se confirmara la nueva provocación, Corea del Norte había amenazado con "hundir" "a todo el territorio" de Estados Unidos bajo el agua" en caso de que Washington intentara invadirlo.

La advertencia llegó de sus medios oficiales coincidiendo con la celebración del Día Nacional de su Ejército Naval. "Las invencibles fuerzas navales (norcoreanas) están unidas en su determinación de hundir la totalidad de Estados Unidos bajo el agua"

Agencias EFE, ANSA y Reuters

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