Si bien para un título corresponde buscar una esencia, un motivo protagonista fue una mancomunión de elementos que devolvieron a la sociedad a zonas más afines con buena parte del historial. Proviniendo de un descenso importante y único en el quinquenio reciente, por supuesto que una reversión de tendencia debería llenar más los ojos que si se proviene de ejercicios buenos.
Pero lo conseguido no sólo levantó esa suma adversa de 2009 -con $ 22 millones negativos-, sino que pasó a resultar lo mejor en cinco años. Por lo que no solamente se trató de una reversión, sino volviendo con fuerza al primer plano. Sus centros comerciales pudieron desplegarse a pleno y la tendencia al consumo que se incentiva -favoreció a niveles de ocupación de sus diversos «shopping», más del 97%-y esto se vio apuntalado por más centros incorporados (en especial, el Dot Baires). La nueva estrella, con $ 760 millones vendidos por sus inquilinos, se situó, en un año, en el cuarto lugar de ingresos.
Otro tema que tuvo incidencia resultó la venta del 80% de su sistema de «tarjeta» propia, a una vinculada del grupo: Banco Hipotecario. Recordemos que en años previos, complicados, había resultado un pesado lastre tal tipo de financiamiento propio. Su ganancia de índole «operativa» es lo más llamativo, porque reunió $ 320 millones, duplicando su mejor año que no pasaba de los $ 160 millones (2008). Si bien todavía acusó egresos densos desde lo «financiero», con $ 112 millones, puso a salvo $ 203 millones antes de impuestos. Y después de lo fiscal, culminó con $ 119 millones: un 14% del patrimonio-y un 152% del capital. Una buena performance. Por comparación, más.
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