Arquitectura argentina con influencia alemana

El edificio del Automóvil Club Argentino en la avenida Del Libertador es un ejemplo de la influencia alemana en la arquitectura argentina.

Berlín - La facultad de Derecho y la de Ingeniería de la UBA, el edificio del Automóvil Club Argentino sobre la avenida Del Libertador en Buenos Aires y hasta el emblema que se ve en todas las estaciones de servicio del ACA en la Argentina son algunos de los ejemplos de la muestra «Influencias alemanas en la arquitectura argentina» que comenzó en Berlín la semana pasada y estará abierta hasta el 5 de junio.

En las instalaciones del Centro de Arquitectura Alemán (DAZ), en el mítico barrio de Kreuzberg de esta ciudad cosmopolita, se exponen fotos de distintos edificios que fueron creados por arquitectos alemanes en la Argentina pero también de la influencia que varios profesionales de la construcción argentinos absorbieron en su paso por el país germano.

Sin embargo, la parte más significativa de la exposición es el espacio dedicado a Guillermo «Willi» Ludewig, un arquitecto alemán que en 1935, en medio de la Segunda Guerra Mundial, dejó su tierra natal para huir de la persecución nazi y se radicó en la Argentina. «Como su esposa era judía decidieron marcharse. Ella tenía parientes que ayudaron a Ludewig a desarrollar sus primeros trabajos en la Argentina», relató en la inauguración de la muestra, Peter Cachola Schmal, director del Museo Alemán de Arquitectura (DAM) que está en Fráncfort.

Ludewig nació en 1902 en Bradenburgo. Hasta 1935, su trabajo se focalizó casi en su totalidad en la construcción de casas en ese estado federado de Alemania. A su llegada a la Argentina recurrió a estudios de arquitectos locales para poder desarrollar su obra, ya que tuvo que hacer varios trámites para revalidar su título alemán. Entre otros, estuvo con Antonio Ubaldo Vilar, Rodríguez Etcheto y Estrada, Aldo Castelfranco y Héctor Cárdenas.

Sus edificios más conocidos en la Argentina son la casa en San Isidro de Eduardo Madero, el Hospital Churruca, además de residencias en Bariloche, Mar del Plata y Río Negro.

Pero su trabajo más reconocido está en plena avenida Del Libertador: el edificio central del ACA. También el emblema de esta asociación que se ve en cada una de las estaciones de servicio que son parte del ACA. Para diseñarlo se inspiró -según se puede ver en uno de los bocetos que se exponen en el DAZ- en un hombre que hace señas al conductor de un vehículo. Es así que hoy este símbolo, en una versión más estilizada, tiene aún un brazo más largo que otro.

Para poner en marcha esta exposición, el DAM trabajó de manera conjunta con el Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDOAL) de Buenos Aires, que es de donde se obtuvieron la mayoría de los planos, bocetos y fotos de los edificios.