«Despertame que no caigo», había dicho el joven Agustín Canapino tras coronarse el domingo como el campeón más joven del Turismo Carretera. Ayer, una multitud lo recibió en su Arrecifes natal coreando su nombre y haciéndole saber que no es un sueño, que es el nuevo y verdadero campeón de la categoría más popular del automovilismo deportivo nacional. La tradicional autobomba lo paseó por el centro de la ciudad y terminó con un emotivo discurso de este joven de 20 años, que trató de resumir lo que había conseguido. «Fue una fiesta increíble. Algo inolvidable», declaró el piloto de Chevrolet.
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