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Asoma el riesgo de un caos estable
El clan 1Gadafi, presionado por las revueltas, quema todos los cartuchos e intenta reclutar nuevos soldados. Un pequeño grupo que se mantiene aún fiel al líder Muamar Gadafi sigue creyendo que éste reconquistará el territorio perdido por medio de la violencia y la propaganda.
Pero aunque a los Gadafi no les falten ni armas ni dinero, la cifra de quienes creen en la supervivencia del régimen se reduce día a día. Entre bambalinas ya se debate cómo podría ser una Libia después del derrocamiento de la dictadura.
Y los escenarios van desde un país divido en una parte oriental y otra occidental hasta una situación de total anarquía similar a la que vive Somalia desde hace años, pasando por una república reformada.
«Mucha gente se pregunta ahora si nuestro país se dividirá, con un Gobierno aquí en Trípoli y un segundo en Bengasi», cuenta un libio de Bengasi que vive en la capital. Sus amigos, que en los últimos días intentaron marchar de Trípoli para reunirse con sus familiares en el este, fueron retenidos en controles en las rutas y enviados de vuelta a la capital, cuenta.
«Lamentablemente no se puede descartar que en Libia ocurra lo que en Somalia, con clanes que controlan territorios aislados, ya que hasta ahora no hay acuerdo alguno entre los grandes clanes del país sobre una nueva figura dirigente», explicó un analista occidental que vivió muchos años en Trípoli.
Según informaciones del diario árabe Al Sharq Al Awsat, en estos momentos varios funcionarios libios que en los últimos días se distanciaron de Gadafi intentan poner fin al baño de sangre.
Un informante del diario aseguró que esas personas intentaron primero hablar con los hijos de Gadafi Jamies y Seif al Islam, pero el diálogo con los vástagos del tozudo líder fue infructuoso. Entre las fuerzas implicadas en la mediación se encuentra el exembajador de Libia en la Liga Árabe en El Cairo, Abdulmoneim al Honi, así como un ex jefe de Gobierno y compañero de juventud de Gadafi, Abdulsalam Yalud.
Pero el quizá más apremiante llamamiento a Gadafi lo hizo hasta ahora el embajador libio ante la ONU en Nueva York, Abdurrahman Shalgam, siempre fiel al líder revolucionario.
En declaraciones a la televisión árabe Al Yazira, Shalgam dijo en la noche del miércoles: «La situación en nuestro país es muy peligrosa y apelo a Muamar Gadafi. Él me conoce bien, no soy nadie que tenga ambiciones de poder o miedo, ni alguien que se vaya del barco cuando éste se hunde. He trabajado con él 40 años y soy mayor. Comenzamos la revolución con libertad, socialismo y unidad. Ahora estoy muy triste porque veo cómo Libia se divide y cómo corre la sangre. Mi hermano líder, Libia es más importante que todos nosotros. No me pondré en tu contra. Debes tomar decisiones para poner fin al derramamiento de sangre».
Agencia DPA
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