11 de enero 2019 - 00:02

El poder militar, un sostén asegurado con negocios y chantajes

Hay militares a cargo de ministerios y cajas políticas, mientras otros lucran con la importación de alimentos subsidiados. Descontento subterráneo.

Guardia. Un regimiento forma filas ante la llegada de Nicolás Maduro para la juramentación de su segundo mandato en Caracas. El sector militar no deja de ganar fuerza dentro del chavismo.
Guardia. Un regimiento forma filas ante la llegada de Nicolás Maduro para la juramentación de su segundo mandato en Caracas. El sector militar no deja de ganar fuerza dentro del chavismo.

Caracas - El Gobierno de Nicolás Maduro es un terremoto continuo, pero el mandatario sigue en pie. Ayer asumió un nuevo período de seis años al que no habría llegado sin su principal sostén: los militares. A ellos no cesa de agradecerles “tanta lealtad y disciplina”, que premia con un vasto poder.

La cuota militar en el Ejecutivo fue de 25% en tiempos de Hugo Chávez (1999-2013). Con Maduro llegó a 43,7% en 2017 y hoy se ubica en 26,4%, según la ONG Control Ciudadano. De 32 ministros, nueve son militares y dirigen carteras como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera PDVSA -que aporta el 96% de los ingresos del país- y el servicio de inteligencia.

“Los ministerios ya no representan fuentes de riqueza como antes. Los militares prefieren manejar” la importación y venta de alimentos subsidiados, dijo Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, sobre la merma en el gabinete.

Un televisora, un banco, una ensambladora de vehículos, una constructora y una compañía minera, petrolífera y gasífera refuerzan la influencia de los militares, que según analistas creció a medida que Maduro se hacía más impopular.

No en vano el mandatario considera a la Fuerza Armada la “columna vertebral” del país, que pasó de ser uno de los más prósperos de América Latina a padecer la peor crisis económica de su historia.

Venezuela tiene 365.315 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles.

Además del respaldo militar, Maduro cuenta con amplio control político. El parlamento es el único poder que no domina, pero fue sustituido en la práctica por una Asamblea Constituyente 100% chavista.

A la gratitud de Maduro, la cúpula militar -que pomposamente se declara “chavista, nacionalista y antiimperialista”- responde con frecuentes declaraciones de “lealtad”.

En vísperas de la investidura, ignorando el llamado del legislativo a respaldar un “Gobierno de transición”, el alto mando expresó su “irrestricto apoyo” al presidente.

“Maduro se apoya en los militares y estos, en Maduro para beneficiarse económicamente y evitar ser objeto de medidas judiciales posteriores a una derrota del régimen”, comentó el politólogo Luis Salamanca.

Otros especialistas como Benigno Alarcón creen que el empoderamiento a los uniformados opera como un “chantaje” para hacerlos corresponsables de la crisis y vulnerables a juicios por corrupción y violaciones de derechos humanos.

Pese al empeño por mostrar una Fuerza Armada monolítica, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, admite que el “diablo” ronda los cuarteles.

Dos generales figuran entre los 25 detenidos por un presunto atentado contra el mandatario el pasado 4 de agosto, cuando dos drones cargados de explosivos estallaron cerca de una tarima donde encabezaba un acto militar.

Unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, según San Miguel.

“El Gobierno venezolano ha arremetido brutalmente contra militares acusados de conspiración”, denunció José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.

En septiembre, The New York Times reveló que diplomáticos estadounidenses se reunieron con militares que tramaban un golpe de Estado finalmente abortado.

“No se equivoquen”, suele responder Padrino a esos planteamientos.

En un contexto en que pocos escapan a la escasez de alimentos y medicinas y a la hiperinflación, unos 4.309 efectivos abandonaron las filas de la Guardia Nacional en 2018, según una lista filtrada desde el organismo y citada por Control Ciudadano.

La ONG estima que unos 10.000 miembros de la Fuerza Armada pidieron la baja desde 2015.

Agencia AFP

Dejá tu comentario