23 de agosto 2012 - 00:00

Ausencias y votos molestos en el kirchnerismo y la oposición

La defensa central que hizo el kirchnerismo de la expropiación de la ex Ciccone quedó ayer a cargo de Agustín Rossi. El peronismo suele seguir algunos patrones de conducta en el recinto que no cambian con los años. Ayer se pudieron ver todos durante el discurso del presidente de bloque: cada frase era acompañada por un delirio de aplausos y gritos dispuestos a defender lo que fuera que pidiera el Gobierno.

En ese marco, Rossi le dedicó una frase a cada bloque: «Los opositores hace tres meses propiciaban la expropiación y ahora no votan porque lo propicia el Estado argentino. Esta es una decisión acertada, potencia una actividad que tiene que estar en manos del Estado», dijo en uno de los tramos más tranquilos.

«Esta decisión del Estado, de primero declarar el interés público y luego expropiar, es totalmente acertada, valorada y de total soberanía monetaria», insistía arrancando los primeros aplausos de su bancada, incluidos los de Carlos Kunkel, que hasta llegó a protagonizar uno de los momentos más risueños de la noche justo cuando el demócrata mendocino Omar De Marchi golpeaba al Gobierno.

Rossi cerró acusando al resto de los partidos de colaborar con los medios: «No sean cómplices de esas corporaciones, avívense de una vez para empezar a construir una fuerza política», les dijo intentando equiparar las denuncias en el Gobierno kirchnerista con la situación de gobiernos como el de Raúl Alfonsín o el de Arturo Illia, lo que despertó la furia del radical cordobés Oscar Aguad.

A la hora de votar, los números finales indicaron que el bloque kirchnerista puro aportó 112 voluntades (sobre los 116 que integran el bloque). Se les sumaron el Frente Cívico de Santiago del Estero, del interbloque Federal de Provincias, Nuevo Encuentro, Renovador de Salta, Santa Fe en Movimiento, Salta Somos Todos y el PJ La Pampa.

Hasta allí lo previsible. Pero además se sumaron sorpresas, como el voto a favor de Felipe Solá y dos diputados de su bloque y Proyecto Sur, el bloque de Pino Solanas.

Junto a ellos apoyaron al Gobierno el Frente Cívico de Córdoba, que responden al Luis Juez, lo que volvió a romper la armonía interna del Frente Amplio Progresista, ya que el resto de los integrantes votó en contra.

El resto del FAP se sumó, entonces, al radicalismo, el Frente Peronista, el PRO, la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, y los dos diputados que responden a José Manuel de la Sota para llegar a los 78 votos en contra.

La oposición también tuvo bajas: faltaron 10 radicales, 7 del Frente Peronista, 2 del FAP, 2 del PRO y otros 2 de bloques minoritarios.

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