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Castiñeira: “La música debe estar abierta al mundo”

José Luis Castiñeira de Dios: “Tenemos un público que es abierto y no se asusta por nada, pero hay que estar atentos porque ese cosmopolitismo puede hacernos olvidar de lo propio”.
Castiñeira de Dios fue arreglador y músico de Mercedes Sosa, ha escrito música para cine, ha dirigido inclusive una película sobre Manuel de Falla y lidera desde hace décadas el proyecto Anacrusa. Pero, simultáneamente, siempre ha estado ligado a la gestión cultural: fue director de Música de la Ciudad, subsecretario de Cultura y es responsable desde hace tiempo de la Dirección Nacional de Artes. Antes de dialogar con él, le pide al periodista que escriba una línea en memoria de Gastón Barral, un músico y responsable de cultura de la UOCRA que asesinaron hace pocos días en un episodio todavía confuso. "Me dio una gran pena. Hemos trabajado mucho juntos. Hizo mucho por la actividad cultural en los gremios".
P.: Volviendo a ese cosmopolitismo del que usted hablaba, ¿diría que es una característica de Buenos Aires o se puede extender a todo el país?
J.L.C.D.: Tiene por supuesto cabeza en Buenos Aires, pero nos incluye a todos. Los argentinos, a través de las industrias culturales, hemos estado a la vanguardia en el cine, la edición de discos, la radio. Hemos dado al mundo músicos importantes, no sólo porteños, en el jazz, la música académica europea, el bolero. Tenemos en general un público que es abierto y no se asusta por nada. Nuestra intención es potenciar esa diversidad y ese diálogo. Pero tenemos que estar atentos porque ese cosmopolitismo, que tiende a mirar lo que pasa en los países centrales, puede hacernos olvidar de lo propio y de suponer que, por ejemplo, el jazz o lo académico son más importantes que nuestras músicas regionales. A la vez que nos hemos abierto al mundo, somos poseedores de un patrimonio rico con el tango y las músicas folklóricas.
P.: ¿Cómo se expresa esto en la práctica?
J.L.C.D.: Por poner un ejemplo, lo que venimos haciendo con la Orquesta Sinfónica Nacional o la Juan de Dios Filiberto, incluyendo compositores argentinos en sus repertorios y músicas populares actuales y del siglo pasado.
P.: Usted está a cargo de un organismo que habla de "Artes" y, sin embargo, venimos hablando solamente de música.
J.L.C.D.: También tengo a mi cargo la danza y el teatro musical. Están en mi área el Ballet Folklórico Nacional y la Compañía de Danza Contemporánea, un organismo más nuevo que ya está teniendo reconocimiento. Aunque en el formato administrativo pudieran estar, quedaron afuera las artes visuales. Ocurre que está Alberto Petrina al frente de la Dirección de Patrimonio y Museos, y como él es un especialista en ese tema, quedó a cargo de esa área.
P: Se pueden llevar los productos culturales a la gente, permitiéndole el acceso gratuito o a muy bajo costo, o tener una actividad más orientada al sector, a los productores, a los artistas. ¿En qué lugar ubica su gestión?
J.L.C.D.: Tratamos de ubicarnos en un punto intermedio. Trabajamos mucho con las demandas de las provincias y no se puede escapar de la idea de llevar a artistas populares a públicos que quizá no podrían tenerlos de otro modo. Y, a la vez, nuestro trabajo consiste en desarrollar y fomentar nuevos valores, jóvenes o no, que necesitan del apoyo del estado. Buscamos promover la vinculación entre los artistas y las provincias, con una mirada regional que excede los límites políticos, aún los nacionales. Un ejemplo claro es lo que pasa con el festival del chamamé en Corrientes, en el que hay artistas de nuestro país pero también de Paraguay o Brasil.
P.: ¿Habrá una presencia especial en el festival de Cosquín este año?
J.L.C.D.: Sí. Pero no sólo de mi dirección sino de toda la Secretaría. En lo nuestro, vamos a tener al Ballet Folklórico con una presencia muy amplia. Va a actuar todas las noches con cuadros montados especialmente y además hará una serie de actividades pedagógicas. Estamos auspiciando la noche en la que actuarán Teresa Parodi y Víctor Heredia. Habrá actividades relacionadas con la guitarra a cargo de José Ceña: una muestra sobre Suma Paz, la presentación de un libro de Yupanqui, etc. En fin, son muchas cosas.
P.: ¿Cómo inscribe el proyecto Ibermúsicas en su plan de gestión?
J.L.C.D.: Siempre me ha interesado la idea de aunar esfuerzos con los otros países de América. Hace años creé el CIMUS (Consejo Iberoamericano de la Música) pero no tuvo permanencia en el tiempo. Ibermúsicas es algo que está en pleno desarrollo. Los países participantes integran una cuota anual que nos permite tener un buen flujo de dinero. Y actualmente la Argentina, por estar a cargo de la presidencia, pone recursos humanos y materiales y la parte operativa. Ya son miembros Chile, Perú, Uruguay, República Dominicana, México, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Brasil y nuestro país. Probablemente, muy pronto se sume Paraguay. Y el deseo es que se haga cada vez más grande. Hay un programa de cooperación entre orquestas que nos permite desplazar directores y aun grupos a otros países -hemos hecho 32 conciertos en América Latina y Estados Unidos-, estamos ofreciendo programas de estímulo para compositores y músicos, etc.
P.: ¿También tiene su renglón internacional?
J.L.C.D.: Sí, claro. Eso va desde apoyar la llegada de una artista como Cecilia Todd a la Argentina como la presencia musical en el MICA (Mercado de Industrias Culturales Argentinas) que se hizo en Galicia, el viaje de cantantes y músicos para actuar en Madrid en conjunto con la Academia Nacional de Folklore-, los proyectos que tenemos para repetir algo parecido en París en mayo y en México en julio, etc.
Entrevista de Ricardo Salton
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