14 de junio 2011 - 00:00

Celebran los arquitectos la trayectoria de Pelli

Entre las obras de César Pelli se cuenta el Miami Performing Arts Center, con tres teatros de vanguardia, un centro educativo, una gran plaza al aire libre y una torre Art Déco.
Entre las obras de César Pelli se cuenta el Miami Performing Arts Center, con tres teatros de vanguardia, un centro educativo, una gran plaza al aire libre y una torre Art Déco.
El viernes 3 se entregó al arquitecto César Pelli el premio «Trayectoria» de la Sociedad Central de Arquitectos- Batimat Expovivienda. El premio fue entregado por Juan Manuel Borthagaray - quien lo recibió en 2010 - el Presidente de la SCA, Enrique García Espil , y el Presidente de EFCA, Enrique Pichon Riviére. También, y como todos los años, el arquitecto Ctibor acompañó al Premio Trayectoria entregando al premiado un centenario de ladrillo de su empresa, que fabricó los empleados en Puerto Madero y en la catedral de La Plata, entre otras obras emblemáticas nacionales.

César Pelli (1926) es un arquitecto argentino reconocido internacionalmente por obras trascendentales en distintos países del mundo. En su reciente nueva sede central de YPF en Puerto Madero, la torre está integrada por dos volúmenes superpuestos. Un prisma cuadrado caracterizado por una grilla de paneles de acero, y otro triangular casi todo de cristal, que a la manera de una proa de barco se orienta hacia el río. Se destaca el Jardín de invierno, visible a la distancia, que es un espacio de seis pisos de altura, convertido en modelo de respeto del medio ambiente natural de la ciudad.

También se generó un Espacio de Arte de la Fundación YPF curado por el crítico rosarino Fernando Farina donde se exhibe una muestra muy interesante de Marcos López. Especializado en edificios en altura, entre los diseños de Pelli se incluyen la torre de oficinas de Canary Wharf, en la zona portuaria de Londres; la Torre Iberdrola dentro del plan para la recuperación de un espacio privilegiado en Abandoibarra, Bilbao, presidiendo el eje formado por la calle Elcano, entre las plazas Moyúa y Euskadi.

También ha diseñado el Miami Performing Arts Center con tres teatros de vanguardia, un centro educativo, una gran plaza al aire libre y una torre Art Deco de 1929, que vinculará simbólicamente el pasado con el futuro de la ciudad. Una de sus obras monumentales, las Petronas (Petróleos Nacionales) en Kuala Lumpur, capital de Malasia, son torres de oficinas de 452,60 m. de altura cada una, representan la mayor exaltación en su búsqueda en materia de rascacielos.

«Es un tema que ignoraron los modernistas quienes consideraban romántico al rascacielos -dijo Pelli-. Por eso, lo sustituyeron con el frío y estéril racionalismo de los edificios high-rise, como las torres de departamentos de Chicago o el Seagram, de Mies, respuestas muy bellas pero limitadas». Los rascacielos de las Petronas -que son simétricos, no sólo gemelos, y tienen resonancia de la arquitectura islámica-, maravillan por su gracia y su elaborada composición. Pelli los considera «un portal hacia el infinito».

En World Finantial Center en Battery Park, N.Y., cuatro torres hacen eco a la forma de los edificios de los años 20. El Norwest Center en Minneapolis, el World Financial Center, y la Torre del Society National Bank en Cleveland son proyectos notables por el modo en que resuelve el conflicto entre la forma de las arquitecturas del pasado y la expresión moderna. En Buenos Aires, se destacan las torres del Banco República, el primer edificio inteligente del país y la sede del Bank Boston, de 140 metros de altura.

«Hoy en día, muchas etiquetas vehementes que predominaron durante décadas han dejado de funcionar» agrega Pelli. «Dudo mucho de que algún arquitecto se defina hoy como funcionalista y no creo tampoco en los ideales absolutos, que tanto daño le han hecho al ser humano». Sostiene que las «marcas registradas» hacen daño a la arquitectura y a los ciudadanos porque cuando se repiten los edificios de las celebridades, las ciudades corren el riesgo de quedar sometidas a una uniformidad retórica y aburrida que deteriora su perfil.

Pelli apoyó sistemáticamente las Bienales de Arquitectura del Centro de Arte y Comunicación desde 1985. Participó en sus doce ediciones y, a través de sus presentaciones, los arquitectos argentinos pudieron seguir paso a paso el diseño de sus obras. Nació en Tucumán en 1926 y se graduó en la Facultad de Arquitectura de esa ciudad en 1948. Estudió luego en el Instituto Tecnológico de Illinois. «Me encontré con que tenía una formación muy avanzada, no sólo respecto de los norteamericanos sino también en comparación con profesionales de otros países», ha subrayado Pelli. En 1964, obtuvo el Master en Arquitectura.

Inició su actividad profesional en el estudio de Eero Saarinen, hijo de Eliel Saarinen, el maestro finlandés que se había establecido en los Estados Unidos. Durante una década en ese estudio participó en obras destacadas como la Terminal de T.W.A., en el Aeropuerto Kennedy, y el College Morse/Stiles, en la Universidad de Yale. Entre 1977 y 1984, César Pelli fue Decano de la Facultad de Arquitectura de Yale, propuesto por el legendario curador de arquitectura del Museo de Arte Moderno de Nueva York, Philip Jonson.

Poco tiempo después, ganó el concurso para el proyecto de expansión del MoMA. En 1981, su mujer, Diana Balmori - arquitecta paisajista-, y Fred Clarke (1947), se asociaron a su estudio. Hoy día continúa el estudio con la responsabilidad del mismo en cabeza de su hijo. En 1995, Pelli recibió la prestigiosa Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos; y en 2004 el Premio «Aga Khan» por el diseño de las torres Petronas. Coincidimos con el arquitecto Miguel Jurado que en el prólogo a la muestra en el Recoleta, realizada hace tres años donde escribió: «César Pelli es, sin dudas, el arquitecto argentino más conocido sobre la tierra. Esto sólo bastaría para convertirlo en la máxima celebridad local. Pero, además, este tucumano que lleva más de 50 años fuera del país cumple con una condición que llena de orgullo a sus compatriotas: es uno de los arquitectos más importantes del mundo».

Lo más importante de César Pelli es su simpleza, su generosidad, su don de gente. Como arquitecto es uno de los mejores cinco del mundo vivo, pero como persona es un ejemplo a seguir con sus 85 años, con una humildad muy poco vista y un sentido del humor cautivante donde nunca perdió sus orígenes que se remontan a su Tucumán natal. Es un privilegio para el autor de esta nota poder compartir una gran amistad con él a lo largo de nuestras vidas y lo esperamos en la próxima Bienal de Arquitectura 2011.

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