Alguien dijo alguna vez que "la libertad de prensa es la última barrera contra la tiranía de la estupidez". Acercándonos al final del año, viene bien revisar nuestras acciones y comenzar a agradecer a todos aquellos que se lo merecen por una u otra causa. Como pocas veces, en 2013 vimos a ciertos participantes del mercado reaccionar en contra de algunas de las cosas que escribimos en esta columna, moviendo sus hilos para torcer nuestro comentario (no podemos dejar de agradecer a las autoridades del diario por la confianza y absoluta libertad que nos han dado a lo largo de estas tres décadas, para escribir siempre lo que consideramos era lo mejor para el sistema bursátil). Lo interesante es que en los casos en que no nos quedó otro camino que definir sus comportamientos y actitudes de "mensas", no reaccionaron ni se ofendieron como cuando definimos sus comportamientos de amorales y/o corruptos (¿será porque no tenían ninguna chance de defensa?). En dos ocasiones a lo largo del año, vimos a las autoridades del sistema bursátil reaccionar públicamente, defendiendo sus derechos, que aunque fueran sectoriales y queriendo o no queriéndolo, son también los derechos de todos los inversores. Desde ya que esto no alcanza "ni por las tapas" para hacer un mercado más justo, transparente y capaz de beneficiar a toda la sociedad (en esta columna sólo podemos prometer más críticas, y si les duele, mejor), pero al menos fueron dos pasos en el sentido correcto que sinceramente nos sorprendieron. Señores: gracias. En la última rueda de la semana, el Dow trepó el 0,1%, a 15.755,36 puntos, reduciendo el resultado de esta segunda semana bajista al -1.7% y el del año al +20%. En conclusión, aquí, nada nuevo.
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