12 de agosto 2009 - 00:00

Chávez a Cristina: ‘‘Bienvenida a la sucursal del cielo’’

La visita de Cristina de Kirchner comenzó con menos muestras de afecto con Hugo Chávez que en anteriores ocasiones. Finalmente, hubo abrazos más efusivos.
La visita de Cristina de Kirchner comenzó con menos muestras de afecto con Hugo Chávez que en anteriores ocasiones. Finalmente, hubo abrazos más efusivos.
Caracas (enviado especial) - Aunque Hugo Chávez preparó todo para recibir a Cristina de Kirchner con la pompa necesaria para que sienta el afecto bolivariano, la Presidente no respondió rápidamente. Lejos quedaban los días de antiguas visitas donde ambos presidentes se fundían en abrazos interminables. Las malas estelas del entredicho de Quito (los «vientos de guerra que soplan en Sudamérica») aún perduraban.

Chávez intentó remediar la situación, saludó a su par argentina mirando al cielo y exclamó: «Bonito día. Fresco, caraqueño, caribeño. Caracas es la sucursal del cielo». Sabiendo los últimos incidentes oficiales que sucedieron dada la altura a la que se encuentra Quito, Chávez ironizó recordándole a la Presidente que como mucho, la capital venezolana se encuentra a unos 1.000 metros de altura. «Afortunadamente», respondió Cristina al mensaje, aún con los resabios del apunamiento ecuatoriano sobre sus hombros.

Envalentonado, el local fue por más: «Le damos la bienvenida a esta mujer patriótica de la gran nación sudamericana. Tu llevas sangre de Juana Azurduy, de José de San Martín, de la infinita y amada Eva Perón. De Juan Domingo Perón». A esa altura, la visitante ya había dejado de lado la coraza y aceptó las pompas del anfitrión.

Cristina de Kirchner tomó la palabra y comenzó desde el recuerdo chavista de Juana Azurduy. «No es fácil en estas tierras luchar por la independencia, la libertad y la justicia. Se reciben muchos palos por esta lucha, pero bienvenidos estos palos porque para entrar a la historia hay que luchar por estos ideales», dijo sin mayores modestias la Presidente.

Embajadora

Estaba presente junto a Chávez la embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, quien vivió la presencia de la Presidente casi como un logro personal.

Luego de los discursos hubo tiempo para abrazos más efusivos que los del principio, y éstos ya sí con sonrisas. Ambos jefes de Estado ingresaron a los salones oficiales de Miraflores para comenzar su reunión bilateral privada. La crisis por las bases norteamericanas por Colombia, la situación de Techint, los acuerdos comerciales para abrir mercados, la intención venezolana para exportar más a la Argentina y otros temas esperaban para ser debatidos en la reunión.

Dejá tu comentario