La presencia de Sami Khedira está en duda y Joachim Löw podría volver a reemplazarlo por Bastian Schweinsteiger, como ya hizo ante Estados Unidos. El volante del Real Madrid fue operado hace siete meses de los ligamentos y aún no está en plenitud.
Alemania y Argelia se enfrentarán desde las 17 (hora argentina) en octavos de final del Mundial en Porto Alegre, con los europeos como claros favoritos y el recuerdo del llamado "Pacto del Molinón", una de las grandes vergüenzas en la historia de los Mundiales. "Nunca podremos olvidar 1982", dijo el técnico Vahid Halilhodzic recordando lo ocurrido en el Mundial de España, cuando Alemania y Austria casi dejaron de jugar tras un gol germano porque el 1-0 servía a ambas y dejaba eliminada a Argelia en la fase de grupos. El equipo africano pagó ese "pacto", se despidió de España y no volvió a estar tan cerca de otra hazaña hasta Brasil 2014, cuando se clasificó por primera vez en su historia para octavos de final de un Mundial y desató la euforia en una sociedad fanática del fútbol.
Pero la ilusión de los argelinos se enfrenta ahora a una de las favoritas para alzar el título en Brasil. "Somos la pequeña Argelia y ahora jugamos ante la gran Alemania", resumió el delantero Islam Slimani. Halilhodzic avisó que el triunfo "será más que difícil". Por el lado alemán, Joachim Löw fue cauto. "Tienen una gran calidad. Se equivoca el que piense ya en los cuartos de final", dijo.
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