12 de diciembre 2017 - 19:46

“Dark”: ¿la “Stranger Things” alemana?

• LA CADENA DE STREAMING HIZO UNA NUEVA APUESTA POR PRODUCCIONES FUERA DE LOS EEUU
En el revuelo de las redes sociales, con favorable recibimiento, se leyeron varias comparaciones con la famosa serie juvenil, aunque a los pocos capítulos se delineó un mundo sombrío, de drama y misterio, donde no hay lugar para la nostalgia, la comedia, la aventura o la fantasía de su presunto modelo.

Dark. Dentro de los contenidos originales de las series de Netflix, el aporte alemán se posicionó rápidamente entre los más interesantes de su oferta.
Dark. Dentro de los contenidos originales de las series de Netflix, el aporte alemán se posicionó rápidamente entre los más interesantes de su oferta.
De manera creciente, Netflix ha engordado su catálogo con producciones originales realizadas fuera del país en el que nació la plataforma. Series como la brasileña "3%", la española "Las chicas del cable", la italiana "Suburra" o la mexicana "Club de cuervos", son algunos de los productos que se salen del libreto estadounidense (la popular "Narcos", filmada en Colombia con producción importada, no es de la misma partida). En el caso argentino, se esperan para 2018 varias producciones locales entre las que se destaca la ficción "Edha", del director Daniel Burman.

Estos contenidos de manufactura periférica logran, con el impulso del streaming, llegar a un público de más de 100 millones de suscriptores (y hasta el triple de usuarios). La globalización de lo local busca el éxito de la producción en su lugar de origen, pero suavizando al máximo las particularidades culturales de manera de trascender las fronteras. Uno de los grandes mercados que aún no tenía su propia serie era Alemania. Desde el 1° de diciembre ese espacio lo ocupa "Dark".

"Dark" asoma desde el trailer como algo muy parecido a "Stranger Things", la cual estrenó su segunda temporada un mes antes. La sensación se refuerza en los primeros capítulos. A los pocos días de su estreno, en el revuelo de las redes sociales y con favorable recibimiento se leyeron varias comparaciones con la famosa serie juvenil. Hay algunos puntos en común: una comunidad pequeña, una trama que se desarrolla (parcialmente en el caso alemán) en los 80, protagonistas adolescentes, niños desaparecidos, realidades paralelas y otros elementos. En una hay una instalación del gobierno que realiza experimentos con lo sobrenatural; en la otra una planta nuclear de turbios manejos bajo la sombra de Chernobil.



Sin embargo, esa similitud para nada ingenua que haría pensar en un homenaje a "Stranger Things" (que justamente se construye sobre la base de múltiples referencias de la cultura popular de los ochenta) se desvanece hasta desaparecer por completo. La alemana "Dark" se posiciona desde el título y delinea un mundo sombrío de drama y misterio donde no hay lugar para la nostalgia, la comedia, la aventura ni la fantasía que definen a su par estadounidense.

Los creadores son el director suizo Baran bo Odar y la guionista alemana Jantje Friese, que justificaron las similitudes con la serie de Matt y Ross Duffer como consecuencia de tener edades y consumos culturales similares. En especial destacaron la influencia de Stephen King, cuyas historias reciben incontables homenajes en "Stranger Things". Algunas referencias vinculan "Dark" a otra producción de la plataforma, "The OA", a la Twin Peaks de David Lynch y a la francesa "Les revenants".



La serie de diez capítulos transcurre en el pueblo de Wieden, agitado por la desaparición de un niño. Una nueva tragedia pone en acción a los protagonistas. Los personajes se multiplican y cada episodio les da el tiempo suficiente para exponer sus secretos y miserias. La desesperación, la infidelidad, la depresión, y los resentimientos intra y extra familiares se potencian aún más cuando la historia se traslada al pasado. En las distintas líneas temporales se revela esa podredumbre que envenena a través de generaciones las relaciones entre familias estrechamente vinculadas.

En Wieden hay un mal oculto, una amenaza que al igual que en el pueblo ficticio de Derry en "It" surge cada tres décadas. De idéntica dinámica, esa oscuridad no sólo opera directamente sobre sus víctimas, también infecta a todos los habitantes. El misterio se devela con lentitud y el rompecabezas de la historia se construye pieza a pieza, pero al mismo tiempo aparecen otros interrogantes de crecimiento exponencial que al terminar el último capítulo siguen irresueltos para una eventual segunda temporada.



La música y los efectos de sonido son claves en la creación de la atmósfera oscura. Las actuaciones no defraudan y el nivel de la serie es parejo de inicio a fin. Desde la narrativa se exige al espectador máxima atención para seguir a la multitud de personajes en sus diferentes edades y líneas temporales. Recursos como la pantalla dividida o un montaje que encadena significado son claves para entender sin sobreexplicar. Tal vez esa exigencia media es la que atrae a un producto muy lejano del contenido normalizado y explícito de productos como "Stranger Things".

La serie se revela progresivamente dentro del género de la ciencia ficción y las posibilidades de la trama se disparan mediante los viajes en el tiempo.
La temática la emparenta, salvando las distancias, con la saga "Volver al futuro" (1985) y con "Predestinación" (2014), esta última una adaptación del cuento "Todos ustedes zombies", de Robert A. Heinlein, una de las más perfectas historias sobre paradojas temporales.

Al despejarse la bruma de misterio más inmediata que cubre a "Dark", los enigmas dejan entrever un argumento que no se sale de lo ya visto. Sin embargo, dentro de los contenidos originales de Netflix, el aporte alemán se posiciona entre los más interesantes.

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