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De a poco, Cristina empieza a dejar de lado el luto
De los típicos tailleurs de falda acampanada y chaqueta que repitió las semanas posteriores al fallecimiento de Néstor Kirchner, los últimos días, la Presidente aceptó un viraje hacia telas más nobles, siluetas menos estructuradas y hasta se permitió jugar con transparencias.
El martes de la semana pasada volvió a las texturas llamativas durante el cierre de la 58ª Convención de la Cámara de la Construcción en un traje de un género labrado, con falda, una chaqueta con solapas importantes y un cinto atado al costado. Detalles que aseguran que Cristina de Kirchner recupera sus gustos.
El miércoles, en el anuncio del otorgamiento de $ 500 adicionales de Navidad para jubilados y pensionados se animó a reflotar el cinturón ancho y en medio de su discurso, a usar sus gafas para leer. Siempre las mismas, sin marco y cuadradas, sin aprovechar las alternativas en cuanto a forma y estilos del accesorio que, bien elegido, puede resaltar sus facciones.
Durante los anuncios energéticos, el jueves en el Salón de las Mujeres Argentinas en Casa de Gobierno, lució un típico «little black dress» (pequeño vestido negro), pero complementado con una blusa labrada y transparente que dejaba ver sus brazos, y hasta se atrevió a un escote pronunciado en la cumbre de Unasur.
Recuperación
Se la vio radiante con peinado y maquillaje cuidados en detalle, recuperando así también la carga cosmética que la caracteriza.
Hasta tanto decida abandonar el negro por completo, es preferible que los equipos que luce la Presidente para sus compromisos cotidianos sean siempre de silueta y géneros sobrios. De lo contrario, tanto negro con brillos y transparencias pueden dar la sensación de un estilo de noche o de fiesta.
Sea como fuere, lo cierto es que Cristina de Kirchner de a poco está regresando
a esos pequeños vicios fashion de siempre; habrá que ver cuándo se anima a pasar del negro forzoso a la paleta estival.
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