24 de octubre 2013 - 00:00

Desarme, premio de plata

La Argentina obtuvo ayer la medalla de plata en un premio otorgado por las Naciones Unidas (ONU) sobre iniciativas de desarme de todo el mundo. El Plan Nacional para la Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, vigente desde 2007, quedó en segundo lugar entre 25 iniciativas analizadas para el galardón Future Policy (Política del Futuro) Award 2013. Desde su aplicación, el programa argentino retiró de circulación casi 150 mil armas.

El primer premio fue para el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe las armas nucleares en América Latina. Una tercera nominación para Latinoamérica también fue distinguida: la decisión de Costa Rica de abolir su ejército en 1948 recibió una mención honorífica durante la ceremonia que se llevó a cabo ayer, en Nueva York.

El ministro de Justicia, Julio Alak, recibió el premio en nombre del Gobierno argentino y consideró que se trata de "un estímulo" para avanzar "en una cultura de paz y no violencia". El funcionario destacó que desde su aplicación, el programa de desarme voluntario argentino pasó a ser una referencia para otros países del Mercosur, y sostuvo que puede ayudar a reducir el índice de delitos violentos en la región.

"Aunque tenemos uno de los índices más bajos de América, hay que seguir trabajando con mucha convicción para que las armas estén en manos de las fuerzas de seguridad y no de los particulares", agregó el funcionario. Junto a Alak estuvo en el acto la embajadora de la Argentina ante la ONU, María Cristina Perceval.

En los últimos diez años el Estado argentino destruyó 249.622 las armas. Y desde la vigencia del plan de desarme voluntario, salieron de circulación 149.147 armas y 1.175.896 municiones. Las estadísticas señalan que se redujo 45% la tenencia de armas y 92% la portación. Hubo, en tanto, 50% menos de muertes por armas de fuego.

Aunque los relevamientos dan cuenta de que más de la mitad de las muertes se producen por conflictos interpersonales y no por situaciones delictivas, los especialistas no acuerdan sobre cómo abordar el problema en los barrios más humildes y en las villas. Mientras la tesis más extendida impulsa aplicar allí el mismo tipo de desarme voluntario, otros expertos señalan que la carencia de armas en algunos hogares deja a familias desguarnecidas de vecinos violentos.

Además de la premiación de ayer, la Argentina tiene una representante destacada en la ONU. En enero, la experta Virginia Gamba asumió el cargo de directora de Desarme del organismo, virtual número dos a nivel mundial en la materia. Hasta entonces, la profesional se desempeñaba en la escuela de capacitación de la Policía Metropolitana. Por su extensa experiencia internacional, Gamba integró el equipo que en 1995 obtuvo el Premio Nobel de la Paz para la organización Pugwash por el desarme nuclear.

Dejá tu comentario