Fue en el marco del anuncio de una renegociación con el FMI, que dejó demasiadas imprecisiones, según consideraron analistas del mercado. BCRA vendió u$s300 millones para cubrir la demanda.
Con un gran escepticismo por el futuro económico y financiero del país y altas dosis de incertidumbre entre los operadores del mercado, el dólar se disparó ayer un 7,5% ($2,41) hasta el récord histórico nominal de $34,48, pese al anuncio del presidente Mauricio Macri, quien dio a conocer previo al inicio de la rueda que el Gobierno acordó con el FMI un adelanto de "todos los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa financiero del año próximo". En sintonía, el mayorista saltó 8,4% ($2,65) y superó por primera vez, y sin escalas, los $32 y los $33, para cerrar en los inéditos $34.
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Es que la falta de precisiones del nuevo acuerdo crediticio con el FMI (ver pág. 2) y del ritmo de recorte del déficit fiscal, junto con el creciente malhumor social frente a la alta inflación y la tendencia recesiva del PBI, reactivaron la demanda de divisas. La tendencia se profundizó ante la notoria ausencia de oferta por parte de los exportadores. Agentes del mercado remarcaron que otro factor que alentó a la pérdida de valor del peso fue el abultado caudal de negocios a futuro, frente a las liquidaciones con cierre mañana por fin de mes.
Durante la jornada, el Banco Central salió a ofrecer en una subasta u$s300 millones, que fueron absorbidos en su totalidad a un precio promedio de $31,6396. En los días previos, la autoridad monetaria había colocado menor cantidad de dólares, a precios más bajos y en dos licitaciones diarias. Diversos economistas habían criticado esta estrategia de la autoridad monetaria, al considerar que no generaba un cambio en las expectativas, sino que solamente servía para cubrir la demanda de divisas, una medida que terminaría dilapidando reservas.
"El anuncio fue vago y hecho por el presidente, lo cual tiene sus riesgos", dijo Lorenzo Sigaut, de la consultora Ecolatina, quien piensa que el ministro de Economía ha debido dar precisiones. "Realmente fue una de las peores jornadas que vi en el mercado por el contexto y por la no reacción del oficialismo. Nadie salió a dar explicaciones, o intentar calmar un poco los ánimos", comentó el analista financiero Christian Buteler.
Las presiones sobre la moneda argentina no cesan a pesar de que la tasa de interés de referencia se ubica en 45% anual, una de las más altas del mundo. En ese marco, el "call money" entre bancos se mantuvo en el entorno del 42%, y las tasas de las Lebac en el mercado secundario elevaron sus rendimientos, operándose la de 21 días al 48%. En el mundo, mientras tanto, si bien el dólar se apreció frente a las principales divisas, la tendencia fue opuesta en algunos mercados emergentes: en Brasil, la moneda de EE.UU. cayó un 0,6%, a 4,1143, lo que muestra a las claras que la presión sobre el peso argentino sobrevino estrictamente por factores domésticos.
En el mercado de futuros Rofex se contabilizaron u$s2.016 millones, de los cuales más del 40% se pactó entre agosto y septiembre con precios finales de $33,95 y $35,10, respectivamente con tasas de 26,84% y 36,90%. En el plazo de octubre se operaron u$s1.078 millones. Para fin de año, el mercado espera que divisa opere a $38, un 7% más que el martes. "El BCRA estuvo cambiando posiciones cortas por largas, haciendo roll over de sus plazos vendidos con anterioridad. Los plazos mostraron subas alineadas con el spot en el entorno de los $2,50 promedio", dieron desde ABC Mercado de Cambios. El "blue" trepó 6,1% ($2), a $35.
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