9 de agosto 2012 - 02:25

Dragado: Cristina y Mujica tejen acuerdo "sorpresa"

• EN LOS PRÓXIMOS DIEZ DÍAS PARA NUEVA LICITACIÓN.
• TAMBALEA FUNCIONARIO QUE HABLÓ DE COIMAS

Cristina de Kirchner
Cristina de Kirchner
Funcionarios de la Argentina y del Uruguay tejen en silencio una salida para el conflicto entre los dos países por el mantenimiento y dragado del canal Martín García que permite acceder al puerto de Montevideo, cuyo contrato debe renovarse este año. La intención de los dos gobiernos es que dentro de los próximos diez días se realice una reunión a solas entre Cristina de Kirchner y José Mujica, que se pretende esté rodeada de sorpresa y misterio.
En la cumbre que aún no tiene fecha ni lugar, pero que ocurrirá antes del fin de semana próximo, los dos mandatarios anunciarán el relanzamiento de una nueva licitación para realizar esos trabajos que significan un gasto de entre 14 y 21 millones de dólares que deben pagar los dos países, según los términos del Tratado del Río de la Plata firmado en 1973 por Juan Perón y Juan María Bordaberry.

Antes de esa reunión habrán ocurrido algunos hechos que forman parte de la condiciones que se negocian en estas horas en el más total hermetismo; una de ellas es que el Uruguay aparte de la Comisión Administradora del Río de la Plata al actual delegado y jefe de Gabinete del canciller Luis Almagro, el exembajador en Buenos Aires Fernando Bustillo. Este funcionario hizo una denuncia sobre la mención de la palabra «coima» en una reunión privada con el diplomático argentino Roberto García Moritán que salpicó a la empresa Riovía que hace esos trabajos desde hace 12 años y que pretende continuarlos. Buenos Aires presume que Bustillo será apartado de su cargo, algo que facilitará el acercamiento entre las dos partes.

Según la Argentina, Bustillo hizo esa denuncia para frenar presuntamente el llamado de licitación del nuevo contrato de esas obras para, de ese modo, prorrogar el compromiso de la firma Riovía. Del lado argentino, el compromiso será llamar a nueva licitación en un trámite exprés de manera de asegurar que los trabajos se hagan y el presidente Mujica pueda defenderse de las acusaciones de sus opositores de que hace seguidismo del Gobierno argentino sin un beneficio para los intereses de su país. Mujica ha acentuado en los últimos meses su discurso proargentino. El mandatario ha ordenado silencio a los funcionarios a la espera de que le respondan desde Buenos Aires sobre la fecha de la reunión con Cristina de Kirchner. Este fue el tema de una reunión que mantuvo el lunes pasado Mujica con su canciller Almagro y el embajador en Buenos Aires, Guillermo Pomi.

El entuerto alcanzó el fin de semana un punto altísimo de irritación de las dos administraciones, cuando Montevideo dijo que mandaba a la Justicia los testimonios de la denuncia de Bustillo sobre la mención de la palabra «coima» en una reunión informal con un diplomático argentino. Buenos Aires retrucó con el reclamo de que Uruguay responda al exhorto enviado en mayo pasado por el juez argentino Claudio Bonadío a Montevideo para que aporte los mismos elementos a una causa abierta en un juzgado de la Capital Federal. También la Argentina reclamó que Bustillo, que además es presidente de la delegación de su país en la Comisión Administradora del Río de la Plata, ente que tiene a su consideración las propuestas de cuatro empresas para realizar esos trabajos, se quite los fueros diplomáticos y declare en una causa abierta en la Argentina por el trámite de importación de dos autos Porsche con licencia diplomática cuando ese funcionario era embajador del Gobierno de Tabaré Vázquez. Bustillo se defendió con el argumento de que esa causa, que se tramita en la Corte Suprema de Justicia, ha sido archivada. Según la Cancillería argentina, esa causa está archivada porque Bustillo no declaró invocando sus fueros de embajador, pero eso no significa que esté cerrada. En la licitación que está abierta en la CARP para el mantenimiento y dragado del canal Martín García, la Argentina impugnó la semana pasada a la firma Riovía, que fue mencionada en la denuncia sobre menciones de la palabra «coima».

El ariete contra Bustillo lo fundamenta la Argentina en que el funcionario buscó en reuniones de la CARP que no hubiera licitación, sino un concurso de precios que terminaría en una prórroga del contrato de Riovía. Eso consta en las actas de esa comisión que este fin de semana pidió Héctor Timerman en un comunicado que se hicieran públicas. El 4 de mayo pasado esa comisión resolvió que no habría concurso, sino nueva licitación, y 24 horas más tarde, la revista uruguaya El Observador publicó la denuncia de Bustillo, que disparó la pelea. En esas actas constan testimonios de los argumentos de las delegaciones sobre la puja entre nueva licitación, concurso de precios o prórroga del contrato, así como discusiones subidas de tono en términos tan agrios que las partes discutieron si debían constar en actas, como finalmente ocurrió.

Entre los reproches argentinos figura que desde febrero pasado estaban listos los pliegos para la licitación y que Uruguay suspendió las reuniones de la CARP en marzo y abril. En esa comisión se aprobó el 4 de mayo la licitación y 24 horas más tarde saltó la publicación con la denuncia de la mención de coimas en una reunión entre Bustillo y García Moritán en el comedor del Jockey Club de Buenos Aires. En la Cancillería se abrió un sumario a García Moritán, quien recibió la comunicación de que si es citado por algún tribunal local o del extranjero, no gozará de inmunidad diplomática, algo que se extenderá a todo otro funcionario que sea reclamado por algún juez, incluyendo al propio canciller Timerman.

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