Kiev - En momentos en que la guerra en Ucrania arrecia y se aproxima a cumplir los dos meses, crece el debate en torno del rol que está jugando o debería jugar Occidente en lo que respecta a la entrega de material militar para que ese país resista la invasión rusa. La discusión se hace más fuerte en la medida en que el presidente Volodímir Zelenski clama por mayor asistencia y cuando el Kremlin busca desesperadamente un éxito militar tras el hundimiento del buque insignia de su flota del Mar Negro, episodio sobre el que por ahora no ha dado explicaciones.
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El factor del armamento occidental salta al primer plano
Según Zelenski, solo quedan “dos opciones”: el suministro desde los países occidentales de “todas las armas necesarias”, sobre todo para salvar Mariúpol (ver nota principal) o “la vía de la negociación”, en la que “el rol de los aliados debería ser igualmente decisivo”.
En tanto, la presidenta de la Comisión Europea -órgano ejecutivo de la Unión Europea-, Ursula von der Leyen, instó ayer a los Estados miembros a proporcionar armas a Ucrania “rápidamente”.
“Aquellos que puedan, deberían proporcionar armas rápidamente, porque solo así Ucrania podrá sobrevivir a su aguda batalla defensiva contra Rusia”, respondió en una entrevista con el semanario alemán Bild am Sonntag.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo ayer haber derribado “en pleno vuelo un avión de transporte que llevaba un gran lote de armas entregado por los países occidentales a Ucrania”.
Preguntas
El grado del apoyo occidental a Ucrania llevó a nuevas preguntas tras el hundimiento del buque insignia ruso en el mar Negro, el crucero Moskva. Según el Pentágono, el mismo fue alcanzado por dos misiles Neptune, de fabricación ucraniana, pero Rusia insiste en que el episodio fue producto de un incendio accidental.
Lo que no queda claro es si la OTAN prestó asistencia a las fuerzas ucranianas para precisar la ubicación de una embarcación clave para dar protección antiaérea a toda la flota del mar Negro.
Aunque no se han implicado directamente en el conflicto, los miembros de la OTAN han suministrado un amplio apoyo armamentístico a Ucrania que ha ido en aumento a medida que avanza la guerra.
Sin embargo, ¿hasta qué punto Vladímir Putin aceptará esa realidad de hecho sin considerar que esos países se constituyen en parte beligerante de un conflicto que, claramente, ya no se limita a dos contendientes?
Según indicó el diario The Washington Post, Rusia advirtió en una nota diplomática reservada a Estados Unidos contra el envío de armas “más sensibles” a Ucrania, lo que echaría “combustible sobre el fuego” y podría provocar “consecuencias imprevisibles”.
Hacia el final de la semana pasada, Joe Biden ordenó el envió de armamento por 800 millones de dólares más, el que incluye material hasta ahora vedado, como obuses más potentes, helicópteros y blindados.
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