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El Gobierno español enfrenta una ola de críticas por la venta de bombas a Arabia Saudita
El acuerdo había sido cerrado por el Gobierno anterior. Quienes lo fustigan temen que la artillería sea utilizada contra los civiles de Yemen, en guerra desde 2015.
En cuanto a los temores manifestados por las ONG de que el material cause víctimas civiles, el canciller sostuvo que "es un armamento de precisión" que "no produce efectos colaterales, en el sentido de que da en el blanco que se quiere con una precisión extraordinaria de menos de un metro".
Desde marzo de 2015, Arabia Saudita lidera en Yemen una intervención regional contra una rebelión proiraní. La contienda ha dejado unos 10.000 muertos, en su mayoría civiles, y provocado la peor crisis humanitaria del mundo, de acuerdo con Naciones Unidas (ONU).
"El Gobierno sabe que lo que está vendiendo son láser de alta precisión y, si son de alta precisión no se van a equivocar matando yemeníes", justificó la portavoz de Sánchez, Isabel Celaá, dos días después de que se produjera la entrega. Sin embargo, no pudo garantizar que la armas no se usen contra la población civil de Yemen.
La decisión de Madrid fue criticada por Amnistía Internacional (AI), que lanzó la iniciativa titulada "Hay amistades que matan", con el objetivo de frenar futuros contratos de venta de artillería a Riad. "Con estas armas se cometieron atrocidades en Yemen. Con este tipo de bombas, Arabia Saudita ataca hospitales, colegios, mercados y bodas (...). Es el ejemplo de Buthaina, de 5 años, superviviente del ataque saudita que en 2017 mató a sus padres y cinco hermanos y hermanas de entre dos y 10 años de edad. Un ataque en el que también se usaron bombas guiadas por láser", se lee en el escrito.
De acuerdo con un artículo publicado por el diario El País de Madrid, "España batió un récord en la venta de armamento a Arabia Saudita" en 2015, "el año en que estalló la guerra de Yemen". "Las exportaciones a ese país representaron un 14% del total y prácticamente duplicaron las cifras de 2014", revela, y agrega que aunque los principales receptores del armamento son socios de la OTAN, "las ventas al Estado de la península arábiga y a otros de dudosa reputación en derechos humanos se han disparado en los últimos años". Por lo pronto, el plan de Sánchez, estudia aumentar los controles para contratos futuros.
Ámbito Financiero y Ágencia AFP |
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