8 de octubre 2018 - 23:22

El Gobierno trabaja en un nuevo Código Aduanero para 2019

• REFORMAS EN EL COMERCIO EXTERIOR
Entre otras cuestiones, la AFIP prevé facilitar el régimen de “puerta a puerta” que actualmente genera demoras para retirar mercaderías.

Cuccioli. “Uno  va a recibir el paquete en su casa y luego pagar”.
Cuccioli. “Uno va a recibir el paquete en su casa y luego pagar”.
En la Argentina, el sistema "puerta a puerta" para comprar productos en el exterior a través de internet funciona a medias. Si el consumidor local tiene la desgracia de que su operación se ubique entre los u$s25 y los u$s200, lo más probable es que la puerta a la que arribe el producto no sea la de su domicilio, sino la de la Aduana, donde quedará retenida hasta que la persona complete una declaración jurada con Clave Fiscal 3, genere un Volante Electrónico de Pago (VEP) por $140, lo abone en concepto de tasa por el supuesto servicio internacional y además pague los aranceles de importación que equivalen al 50% del valor del producto. El trámite suele durar varias horas para el consumidor, lo cual desalienta al usuario.

Para eliminar de un plumazo el papelerío, el administrador federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli, comenzó a trabajar en una reforma del Código Aduanero, que es considerado por él como el verdadero responsable de la burocracia.

"Si uno está en Londres, por ejemplo, hace una compra por internet desde el exterior, recibe el paquete en su casa y luego va a pagar los impuestos. Eso acá no se puede", explicó el funcionario a un grupo de periodistas.

Cuccioli añadió que "el Código Aduanero argentino es de 1982, cuando no existía no internet ni el e-commerce". Por lo tanto, el funcionario consideró necesario modernizarlo, no sólo por ese aspecto del desarrollo de los couriers internacionales, sino también para facilitar el comercio.

El proyecto va a ser presentado al Congreso durante el año próximo y es idea del funcionario que se puede debatir a pesar de ser un año electoral, en el que tanto la Cámara de Diputados como de Senadores trabajan mucho menos.

AliExpress, una comunidad de usuales compradores "puerta a puerta", reporta en su website que el traslado de un paquete desde China hacia Buenos Aires demora 15 días, y que luego no se comprende por qué la Aduana puede demorar hasta 3 meses en liberarlo.

Este año, la AFIP trató de darles más agilidad a los trámites. Había emitido una resolución por la cual se disponía que toda mercadería que llegara por courier al país pagaría una tasa de $70, y que esta se iba a poder abonar mediante tarjeta de crédito. Pero la medida apenas estuvo vigente una horas y se dio de baja.

En la Ciudad de Buenos Aires el edificio de la Aduana donde se retiran los paquetes queda frente a la estación de Retiro, en Letonia y Antártida Argentina. El trámite puede demorar varias horas.

También varios usuarios se quejaron este año de que el organismo dependiente de la AFIP estaba reteniendo bajo excusa de realizar controles, paquetes de menos de u$s25 que teóricamente están fuera de alcance.

La modalidad de comprar en el exterior, sobre todo tecnología desde China, comenzó en los últimos años del Gobierno anterior, cuando el atraso del tipo de cambio, combinado con la creciente inflación, generó una gran demanda del público.

Más allá de ello, en el proyecto de Presupuesto 2019 el Gobierno ya propone la introducción de algunos cambios al proceso aduanero. En el artículo 73 se acorta de 5 años 3 años el plazo para reclamar tributos no ingresados y para tributos incorrectamente abonados. También pedir por estímulos a las exportaciones no percibidos, para solicitar por importes incorrectamente abonados, y para imponer y hacer efectivas las penas por comisión de infracciones aduaneras.

Si bien se reduce el plazo para que el Estado reclame, también se acorta para los operadores de Comercio Exterior que quieran soliticar algo frente a las autoridades.

Por otro lado, el artículo 80 del proyecto del Poder Ejecutivo contempla asimilar la exportación de servicios a la de bienes tangibles. Es decir, alguien que por ejemplo realiza desde Argentina una asesoría en algún tema para un cliente en el exterior, debería pagar retenciones, como cualquier mercadería.

Expertos consideran que este cambio en el Código no podría prosperar, porque sería objeto de cuestionamientos jurídicos, e incluso, infringiría normas internacionales.

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