10 de noviembre 2010 - 00:00

El mercado no responde como esperaba la Fed

El mercado no responde como esperaba la Fed
La semana pasada, antes de que la Fed anunciara su último plan de estímulo, comentábamos que no estaba nada claro si el dólar emprendería con ello un camino alcista frente a las demás monedas, o continuaría con el camino devaluatorio iniciado a principios de junio. Si bien durante las primeras 24 horas tras el cierre de la reunión del FOMC el verde tuvo una baja importante, en las últimas tres ruedas trepó más del 2,5 por ciento frente a las principales monedas.

Lo curioso es que en contra de lo que se podría suponer si nos atenemos al comportamiento registrado a lo largo del año, el precio de los commodities también ganó terreno, avanzando en promedio más del 5,4% durante las últimas 72 horas.

Más curioso aun es que en contra de la idea de Bernanke y sus amigos en la Fed, el costo del dinero en lugar de retroceder ha trepado casi 20 puntos básicos (p.b.) en el caso de los treasuries a 10 años, 25 p.b. para los títulos a 30 años y 3 p.b. para los de 1 año de plazo.

En este escenario de apenas 3 ruedas, en el que prácticamente todo parece estar funcionado al revés de lo que se preveía no debe sorprendernos si el apetito por la inversión de riesgo disminuyó y las blue chips perdieron un 0,77% de su valor (ayer el Dow cedió un 0,53% para quedar en 11.346,75 puntos).

Es fácil vincular lo que está sucediendo con la creciente tensión en torno a la reunión que celebrará el G-20 en apenas horas, con la posibilidad que el mercado haya sobreanticipado lo que finalmente se dio (los inversores estarían sobrevendidos en dólares) o con alguna otra hipótesis por el estilo.

Pero la realidad es que estamos viendo un escenario que pocos esperaban. Hace ocho años, en una conferencia en honor a Milton Friedman, el entonces joven gobernador de la Reserva Federal, Ben Bernanke, terminaba admitiendo ante el público: Sí, tienen razón, nosotros lo hicimos. Estamos muy arrepentidos. Pero gracias a ustedes nunca más lo haremos. Se refería a la responsabilidad de la Fed como causante principal de la Gran Depresión de 1930. Ojalá no veamos dentro de algunos años a otro joven y brillante gobernador de la Reserva repitiendo las mismas palabras.

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