16 de abril 2019 - 00:02

Karma: también Benedetti admitió fuga de votos por ser el candidato de Macri

El candidato a gobernador de Entre Ríos se refirió al viento en contra que representa la figura del Presidente en las urnas. "No podemos negar que el contexto económico afecta el ánimo de todos los ciudadanos", argumentó el diputado radical.  

Atilio Benedetti junto a Mauricio Macri.
Atilio Benedetti junto a Mauricio Macri.
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Como lo reconocieron Horacio “Pechi” Quiroga y Carlos “el Colo” Mac Allister con crudeza antes de caer en la elección neuquina del 10 de marzo y la primaria pampeana del 17 de febrero, también el diputado nacional radical Atilio Benedetti admitió el viento en contra que representa por estos días en las urnas ser el candidato provincial de Mauricio Macri.

“No podemos negar que el contexto económico afecta el ánimo de todos los ciudadanos; estamos en el momento de mayores dificultades, pero no tengo dudas de que los entrerrianos van a estar mejor dentro de dos meses”, sostuvo el postulante a gobernador de Entre Ríos por Cambiemos, cuando le preguntaron -en diálogo con La Red- si hubo un voto castigo contra el Presidente en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del pasado domingo.

“Vamos a redoblar los esfuerzos para separarnos de cualquier injerencia de los temas nacionales en lo que tiene que ver con nuestra provincia; ésta es la discusión, y es lo que vamos a plantear con mucha fuerza a partir de hoy mismo”, enfatizó, y habló de “revisar toda la estrategia”, cuando todavía está caliente el contundente triunfo de Gustavo Bordet, por 24,5 puntos.

Con el PJ encolumnado detrás de su candidatura, Bordet cosechó el domingo 58,15% de los sufragios, contra el 33,65% de Benedetti, en una contienda que en rigor fue una gran encuesta de cara a los comicios generales del 9 de junio, dentro de los “dos meses” de los que habló Benedetti. El tercer lugar quedó, muy lejos, para el Partido Socialista (2,48%), donde en el duelo interno se impuso Hugo Barzola sobre Néstor López.

Conscientes de la erosión adicional en el cuarto oscuro por el impacto de las tensiones financieras y económicas que Macri no logra aún domar, en varios distritos los candidatos alineados con la Casa Rosada optaron por no usar la marca Cambiemos en la campaña.

No fue el caso de Benedetti, pero sí aplicó esa estrategia Marcelo Orrego en San Juan (fue con el frente Con Vos a la PASO del 31 de marzo, aunque cayó ante Sergio Uñac, quien marchó con el peronismo unido como Bordet), y lo hará el oficialista Encuentro por Corrientes (ECO) en las parlamentarias del 2 de junio, donde para este turno el mandatario radical Gustavo Valdés le acaba de despegar a ese sello el nombre de Cambiemos.

No podemos negar que el contexto económico afecta el ánimo de todos los ciudadanos", (Atilio Benedetti)

“Nos estamos empezando a recuperar de una crisis importante y todavía no se ve reflejado en el bolsillo de la gente, entonces los que estamos más cerca del Presidente podemos tener una situación un poquito más complicada”, había sentenciado sin pelos en la lengua el macrista Mac Allister en febrero, antes de caer con dureza en el duelo de Cambiemos pampeano ante el radical Daniel Kroneberger.

“No es el mejor momento para enfrentar estas elecciones” y “a mí no me parió Cambiemos”, aseguró a principios de marzo, en sintonía, el neuquino Quiroga, en la previa a la elección a gobernador que lo dejó tercero, detrás del reelecto Omar Gutiérrez (MPN) y el kirchnerista Ramón Rioseco.

El historia electoral 2019 anota saldo negativo para Cambiemos con seis derrotas al hilo, de la mano además de los tropiezos en dos comicios generales (tercero en Neuquén y Río Negro) y tres primarias (con la caída del PRO ante la UCR en la pampeana, el segundo puesto en San Juan y el tercero en Chubut).

El domingo, el ánimo era otro, en cambio, en el peronismo de distintos puntos del país, desde donde -tras la experiencia Bordet- crecieron las arengas en pos de la unidad partidaria como vía para triunfar en las urnas, con la contienda presidencial como eje central.

A diferencia de 2015, Bordet selló este año un acuerdo con todo el peronismo (kirchnerismo y massismo incluídos) que fue clave para la victoria. Fue tras intensas negociaciones no exentas de tensión, y en línea con la apuesta de unidad de Cristina de Kirchner en el interior.

El entendimiento incluyó la incorporación de referentes k en las listas de candidatos, como el postulante a diputado provincial Julio Solanas. No fue el caso -acuerdo mediante- del presidente de la Cámara de Diputados y exmandatario Sergio Urribarri, una pieza incómoda en ese delicado armado por estar en la mira judicial por manejos de fondos, quien ayer enfatizó que el triunfo de Bordet “es un espaldarazo para Cristina”, que “se ocupó personalmente de sellar la unidad”. “Es la primera muestra de que puede lograrse con la unidad en la diversidad del peronismo en el campo nacional y popular”, arengó.

El optimismo cruzaba ayer las filas del PJ también en Paraná, donde el vicegobernador peronista Adán Bahl anotó una doble victoria: fue el precandidato a intendente más votado, pero además la sumatoria de votos de las líneas internas justicialistas superó a la de Cambiemos, con el 44,19% contra el 38,94%.

La performance alimentó el sueño del PJ de recuperar la intendencia capitalina, que el radical Sergio Varisco le arrebató a Blanca Osuna en 2015. “El mensaje ha sido muy claro: definitivamente, Paraná ha dicho basta, basta de estancamiento y basta de narcotráfico en la ciudad”, disparó en las últimas horas Bahl.

Pese a los coletazos de una causa judicial que investiga supuestos lazos con el narcotráfico y que lo tienen procesado (a la espera del juicio oral), Varisco logró sin embargo imponerse en la primaria de Cambiemos -58,16% vs. 35,46%- ante el concejal macrista Emanuel Gainza, quien había contado con el respaldo de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió. Pero Bahl tuvo unos 10 mil votos más que Varisco en el cara a cara.

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