Eléctricas: busca Gobierno salida para paritarias

Axel Kicillof

Con el respaldo del Gobierno, el Sindicato de Luz y Fuerza logró esta semana llevar de 2.000 a 2.400 pesos la suma fija que vienen percibiendo los trabajadores desde marzo del año pasado. Ese monto fue incorporado a los salarios y los 400 pesos adicionales compensan los descuentos. Por otro carril, el titular del sindicato, Oscar Lescano, negocia con el Ministerio de Trabajo, y el de Planificación Económica un aumento del 27% en las paritarias de este año.

Las empresas eléctricas ya dijeron que no tienen recursos para un aumento salarial de ese nivel. Los ingresos de las compañías se mantienen sin variantes, salvo en los casos de Edenor y Edesur que desde fines de noviembre vienen percibiendo en las facturas un cargo adicional que oscila entre $ 4 y $ 150 por cada usuario residencial según el nivel de consumo.

Esos fondos adicionales que se estiman en $ 500 millones anuales para cada distribui-dora deben destinarse a obras nuevas y de mantenimiento en las redes, a ser controladas por el ENRE (Ente Nacional Regulador Eléctrico). Liberan algo de la caja que debe destinarse al mantenimiento imprescindible pero no es suficiente para que Edenor y Edesur paguen la totalidad de la energía que distribuyen a Cammesa, la empresa controlada por el Gobierno que opera el despacho eléctrico, y, según fuentes empresarias, tampoco permitirían afrontar un aumento del 27%.

Para que se efectivice el incremento de salarios, sea de 27% o menos, faltaría una definición del Gobierno sobre los ingresos no sólo de las distribuidoras, sino también de las generadoras y las transportistas en alta tensión. Según algunas versiones, el Gobierno podría duplicar el cargo en las facturas dispuesto por la resolución 347 del ENRE de fines de noviembre, lo que llevaría el piso a $ 8 y el techo a $ 300, siempre en el caso de usuarios domiciliarios.

Esa duplicación del cargo permitiría incluso acercar más dinero para obras que en algunos municipios del conurbano consideran imprescindibles en un año electoral. Pero no resolvería la situación de gene-radoras y transportistas, por lo cual en el sector empresario se espera una decisión más abarcativa y sostienen que eso les prometió el viceministro Axel Kicillof en un encuentro a fines de enero.

Así en cambio de una duplicación del fondo para obras, podría haber un nuevo cargo (aunque equivalente en pesos al doble del ya instrumentado) en las facturas para que parte sea destinado a mayores ingresos de generadoras y transportistas.

De todos formas sigue pendiente una reestructuración del negocio eléctrico, prometida también por Kicillof ya a mediados del año pasado. Uno de los problemas principales es que las distribuidoras de todo el país acumulan deudas con Cammesa, y como ésta debe pagar por lo menos una retribución mínima a generadoras, se está originando por esta vía un aumento de los subsidios del Estado nacional. En principio, habría alguna negociación para convencer a Lescano de bajar la pretensión del 27% a un número más discreto. Después el Gobierno debería definir el nivel real de los subsidios para la electricidad durante este año, y por último decidirse un nuevo aumento de tarifas.