6 de julio 2011 - 00:00

En trance de debilidad, Chávez buscó impactar con poderío militar

Hugo Chávez ordenó el inicio de los festejos desde el gubernamental Palacio de Miraflores. Exhibió armamento comprado en los últimos años a Rusia por miles de millones de dólares.
Hugo Chávez ordenó el inicio de los festejos desde el gubernamental Palacio de Miraflores. Exhibió armamento comprado en los últimos años a Rusia por miles de millones de dólares.
Caracas - Hugo Chávez puso en escena ayer un vistoso desfile cívico-militar que transitó por el Paseo Los Próceres, en el sur de Caracas, en la apertura de los festejos por el bicentenario de Venezuela, ocasión que fue preparada durante un año. Convaleciente de dos operaciones por cáncer, el presidente debió seguir las distintas instancias del festejo por televisión, aunque realizó apariciones públicas a lo largo del día, varias de ellas para celebrar el poderío militar forjado por su Gobierno.

«No teníamos mejor manera para conmemorar este día que celebrándolo siendo independientes como lo somos; ya no somos colonia de imperio alguno ni lo seremos nunca jamás», resaltó Chávez, vestido de traje y ataviado con la banda tricolor presidencial, momentos antes del desfile.

Desde el gubernamental Palacio de Miraflores, Chávez dio la orden de inicio de los festejos, que presenciaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Uruguay, José Mujica, y Paraguay, Fernando Lugo, con quienes se encontraría más tarde.

La transmisión televisiva mostró una pantalla dividida, con Chávez en Miraflores del lado izquierdo y en el derecho el general Carlos Alcalá Cordones, inspector general de las fuerzas militares, que dirigió la parada.

Chávez, que regresó el lunes de Cuba tras la extirpación, se supone que total, de un tumor cancerígeno, usó la cadena de radio y televisión para invitar a los venezolanos a marchar «con el morral del fuego patrio, con todo el esfuerzo, fortaleciendo la unidad nacional, venciendo las conspiraciones».

Por prescripción médica, Chávez no asistió a la parada ni a otras instancias del festejo, que alcanzó un punto de excelencia en la noche con el concierto de la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, dirigida por el talentoso Gustavo Dudamel.

Por la red Twitter, el mandatario, que asumió en 1999, calificó de «tremendo» el desfile. «-Digno de esta gran fiesta patria bicentenaria! -Les felicito a todos y a todas! -Ahora vamos al 24 de junio de 2021!», enfatizó.

En el desfile participaron más 12.000 personas, entre integrantes de los diferentes componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB, fuerzas armadas) y civiles entrenados para las milicias, que caminaron bajo un fuerte sol en medio de los nuevos equipos militares rusos que adquirió el Gobierno durante los últimos seis años.

Las tropas mostraron carros blindados PTR-80, lanzacohetes múltiples GRAD de 122 milímetros, tanques T-72; helicópteros MI-17B-5, MI-35 y MI-26 de fabricación rusa, y los aviones Sukhoi- MK2 y Sukhoi 30-MK2, en una demostración que recibió la ovación de los asistentes, casi todos chavistas.

El presidente firmó entre 2005 y 2010 diversos convenios con Rusia para la compra de armamento por miles de millones de dólares.

«Gracias a Rusia, a su Gobierno y a su apoyo, hoy sí tenemos una Fuerza Armada de verdad Armada! Qué Moral! Qué Mística! Felicitaciones!», abundó Chávez vía Twitter.

El general Alcalá, que dirigió la exhibición, usó los calificativos «socialistas y revolucionarios y antiimperialistas» para referirse a las Fuerzas Armadas.

«No teníamos mejor manera para celebrar, camaradas de armas, soldados y pueblo, este día tan esperado, tan largamente esperado, que precisamente siendo independientes como somos de nuevo; ya no somos colonia de imperio alguno ni lo seremos más nunca jamás gracias a Dios», remarcó Chávez.

Los festejos del bicentenario se extenderán a lo largo del mes, con una serie de actividades culturales programadas en varias calles de Caracas y también en el resto del país.

Al atardecer, Chávez se reunió en Miraflores con Mujica, Lugo y Morales. «Para mi alma, nuestra alma, nuestro espíritu, para nuestra lucha por la vida, ésta es una inyección muy grande y muy poderosa, la presencia de ustedes, de buenos amigos, buenos compañeros», dijo Chávez ante las cámaras de la estatal Venezolana de Televisión (VTV).

Lugo debió marcharse una hora y media después de comenzar la reunión. «Yo siempre le digo a Fernando: Padre Lugo, bendición, él es el obispo de los pobres, el presidente del Paraguay, gracias hermano, que sé que pasaste por una situación tan difícil y gracias por tu presencia no sólo física sino espiritual, hermano del corazón», indicó Chávez al salir a despedir a Lugo.

Más tarde, la televisión estatal transmitió imágenes dentro de Miraflores en las que se observó a Chávez recibiendo a los mandatarios en compañía de sus hijas Rosa y Rosinés, además de presentarles al equipo médico que lo está tratando y que se mantuvo vigilante en la sala donde se produjo el encuentro entre los jefes de Estado.

«¡Evo!, mientras daba inicio al desfile oficial me provocó decirte ¡Evo, toma el mando!», le dijo Chávez entre risas al presidente boliviano, al destacar que su presencia era la representación «de un pueblo profundo», de una nación que fue «la hija predilecta de (Simón) Bolívar».

Del acto musical coronado por Dudamel, que se realizó a cielo abierto y se inició cuando llegaba la noche, participaron más de 400 músicos y 1.200 coristas que interpretaron, en su mayoría, composiciones venezolanas como «Florentino, el que cantó con el diablo».

La Sinfónica Simón Bolívar forma parte del laureado Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela.

El Sistema, a secas, como se conoce a este programa que actualmente integra a unos 300.000 jóvenes, fue creado por el músico y compositor venezolano José Antonio Abreu.

Agencias ANSA, DPA, EFE y AFP, y Ámbito Financiero

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