9 de julio 2009 - 00:00

Encuentro de divas es lo mejor de Anfitrión Cabaret

En la cuarta temporada del Anfitrión Cabaret, el desopilante personaje de Noralih Gago (la paródica anfitriona Concha del Río) está tan consolidado que ya pide más desarrollo dramático.
En la cuarta temporada del Anfitrión Cabaret, el desopilante personaje de Noralih Gago (la paródica anfitriona Concha del Río) está tan consolidado que ya pide más desarrollo dramático.
«Anfitrión Cabaret» con N.Gago, M.Cabrera, P. Palavecino y elenco. Coord.Gral. N.Gago. (Teatro Anfitrión).

Al igual que en sus tres ediciones anteriores este Cabaret de humor (que luce nuevo nombre tras casi un año de receso) cuenta con la conducción de una simpática diva de caricatura, «Concha del Río», encarnada con gran histrionismo por Noralih Gago. La actriz se mete en la piel de una mujer avasallante y algo mitómana que se inventa una carrera de éxito por toda Latinoamérica, de la que ahora regresa ávida de aplausos. Su parodia de mujer fatal y a la vez víctima de un ego insaciable genera situaciones muy graciosas entre la platea, ya sea pidiendo un cigarrillo -que no llega a tiempo- o consultando sobre alguna diferencia idiomática (dado que su español es de doblaje antiguo).

A esta altura su personaje está tan consolidado y tiene un background tan rico que ya podría formar parte de una acción dramática con más desarrollo. La pauta de ello la da su explosivo encuentro con «Dolly Guzmán», otra diva de rasgos fuertes creada por Mónica Cabrera (la inquisitiva mucama de «Tratame bien») en su policial de humor «¡Dolly Guzmán no está muerta!».

El cruce en escena de ambas mujeronas no tiene desperdicio. Antiguas compañeras de tablas (junto a las hermanas Rojo) y eternas rivales pese al cariño que dicen profesarse, las dos se sacan chispas cuando cantan a dúo un conocido tema de amor que les permite canalizar viejos rencores. Es el momento más relevante de este espectáculo y hasta amerita una mayor continuidad escénica.

La presencia de Mónica Cabrera se destaca de la del resto de los invitados por la calidad de sus textos y su gran compromiso interpretativo. Tanto en el monólogo político de la prostituta española como en la escena en que Dolly sufre una crisis de abstinencia, Cabrera pone en juego sus amplios recursos de actriz dramática.

También resultan muy eficaces las intervenciones de Mimí Plusbelle (Teresa Murias), una húngara estudiosa del diccionario de lengua española y los personajes de Pablo Palavecino (creados a partir de una banda de sonido pregrabada, extraída de programas de radio y televisión, contestadores telefónicos, bandas de películas, etcétera).

«Anfitrión Cabaret» reúne a otros tantos artistas y cantantes. Algunos de ellos irán rotando el resto del año para dar lugar a nuevos invitados. Si bien la calidad de los números es despareja, el show cuenta con suficientes atractivos como para pasar una noche muy agradable.

Dejá tu comentario