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Eterno círculo vicioso argentino:el gasto público y la inflación
¿Cómo es el círculo? La mayor emisión de pesos genera mayor inflación, lo que lleva a aumentar nuevamente el gasto público, dado que en ítems como los subsidios y las remuneraciones está atado a la propia dinámica inflacionaria. Y más gasto público genera mayor déficit, por ende hay que volver a emitir nuevamente, pero más, generando mayor inflación. Y así se continúa en el círculo vicioso, profundizando los desequilibrios macroeconómicos, en lugar de atenuarlos.
El gasto primario (antes del pago de intereses de la deuda) en junio mostró su tasa de crecimiento nominal más alta de los últimos 7 años, creciendo al 56,5% interanual. La anterior marca histórica fue el crecimiento del 59,9% en julio de 2007.
El crecimiento del gasto primario durante la primera mitad de 2014 estuvo apuntalado en primer lugar por el rubro transferencias corrientes al sector privado. Este ítem de gasto ha adquirido mayor preponderancia como impulsor del gasto público, de la mano de un significativo avance de los subsidios económicos. Respecto de igual período de 2013, más que duplicó su participación en el crecimiento nominal del gasto, al pasar de un 12% a un 31%.
Analizando el componente ingresos, el rubro rentas de la propiedad, que incluye a las transferencias de utilidades del BCRA y la ANSES, presentó en junio un fuerte crecimiento interanual (+184%), impulsando al elevado guarismo que mostró el alza de los ingresos totales en el mes. El mismo no resultó tan elevado como los de abril y mayo, sin embargo, en los que se apreció un exacerbado crecimiento en la comparación interanual (alrededor del 2.200% en ambos meses). Si se excluyera de los recursos este ítem, los ingresos totales exhibirían un crecimiento significativamente menor, del 36,3%.
El alto crecimiento que viene exhibiendo la asistencia financiera al Tesoro en lo que va de 2014 ha permitido que las rentas de la propiedad se consoliden como rubro impulsor de los ingresos del fisco. En el período enero-junio de 2014 explicaron un 23% del crecimiento del total de ingresos, 16 puntos porcentuales por encima a su contribución de hace un año atrás.
Del análisis conjunto de gastos e ingresos surge que en junio las cuentas públicas del Gobierno nacional mostraron un nuevo deterioro. Concretamente, el resultado primario fue un déficit de $ 287 millones, frente al superávit de $ 156 millones registrado en junio de 2013.
El déficit fiscal, por su parte, trepó a los $ 16.677 millones, alrededor de cuatro veces mayor en la comparación interanual. Un punto relevante a destacar es que dichos resultados se obtienen incluyendo como recursos corrientes la asistencia financiera que el Tesoro recibe para financiar su nivel de gasto. Si se excluyen los recursos aportados por el BCRA ($ 12.060 millones), y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES ($ 11.600 millones) la comparación resulta aún más desfavorable: el déficit primario asciende hasta los $ 23.947 millones, mientras que el rojo fiscal supera los $ 40 mil millones.
Al considerar el acumulado parcial se presenta igual dinámica. Sin considerar las rentas de la propiedad, el resultado fiscal y el primario evidenciarían un apreciable deterioro. En el caso del resultado primario, el mismo mutaría de un superávit ($ 2.202 millones) a un déficit de $ 48.546 millones.
Como puede apreciarse, para cerrar la brecha fiscal, el Gobierno tiene que recurrir además de las rentas de la propiedad a emisión de pesos extra por parte del BCRA para cerrar las cuentas. En efecto, en los primeros siete meses del año (un mes más que la ejecución presupuestaria del primer semestre), la emisión total de pesos para el fisco habría sido del orden de $ 36.500 millones. Teniendo en cuenta la estacionalidad habitual de la emisión de pesos para el fisco, se proyecta una emisión anual de $ 174.000 millones para todo 2014.
Es decir que en 5 meses puede haber una emisión adicional de casi $ 140.000 millones, cifra importante para los desequilibrios macroeconómicos actuales, ya que si se relativiza implica hablar de un 35% de la base monetaria actual. Tal cantidad extra de pesos generará presiones inflacionarias adicionales o presiones sobre el valor del dólar ilegal, MEP o "contado con liqui". La opción será la esterilización, convalidando una mayor tasa de interés y posponiendo inflación.
El círculo vicioso en el que se está inmerso puede derivar en una tasa de inflación que no baje y en un nivel de actividad que se siga contrayendo. Sin dudas, resulta clave sustituir el financiamiento del déficit financiero del fisco, al menos en el corto plazo.
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