Finalmente, y tras largas semanas de discusión, en las próximas horas comenzará el tramo final de la negociación con el Fondo Monetario Internacional de manera presencial. Según confirmaron a Ámbito fuentes del Ministerio de Economía al cierre de esta edición, la comitiva oficial del equipo económico se tomaba anoche un avión hacia Washington en busca de saldar los últimos puntos en debate. Sergio Massa aspira a tener cerrado el acuerdo técnico esta misma semana.
- ámbito
- Edición Impresa
FMI: con el viaje de la comitiva oficial, se inician negociaciones finales en Washington
La delegación integrada por Rubinstein, Madcur y otros funcionarios volaba anoche a Estados Unidos, según confirmaron en Economía. Sergio Massa aspira a tener cerrado el acuerdo esta semana.
Las discusiones son arduas. Si bien la letra final del entendimiento aún no está concluida, había optimismo en el Gobierno sobre la posibilidad de terminar de delinear el Staff Level Agreement (SLA) de acá al viernes. Ese día es el apuntado para la firma, sobre todo después de la conversación que mantuvieron el domingo Massa y la directora gerenta del organismo, Kristalina Georgieva. En ese diálogo, convinieron que anoche partiría la comitiva gubernamental hacia la capital de Estados Unidos.
De esta forma, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de Gabinete de Asesores de la cartera, Leonardo Madcur; el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri; y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, estarán a cargo de las discusiones cara a cara con el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, y el responsable del caso argentino, Luis Cubeddu. También sería de la partida el director del BCRA Jorge Carrera.
La presencia de Rigo, el encargado del manejo presupuestario, en la comitiva refleja la preponderancia del punto fiscal en el último tramo de la pulseada con el organismo. Es que el Fondo venía exigiendo un ajuste mayor de las cuentas públicas que permitiera recortar la meta de déficit primario para este año respecto del 1,9% del PBI actualmente en vigencia. Massa resiste esos pedidos ya que considera que afectaría significativamente la actividad económica, máxime en un contexto en el que la sequía hizo mella en la recaudación tributaria.
La negociación que se busca saldar comprende una reprogramación de los objetivos macroeconómicos estipulados para 2023, contemplando justamente el impacto de la sequía. Además, se discute un adelanto de los desembolsos para apuntalar las castigadas reservas internacionales, con la premisa de poder ganar algo de poder de fuego para contener eventuales cimbronazos cambiarios en el contexto electoral.
Los fondos pendientes de desembolsarse del programa que la Argentina mantiene con el FMI para la segunda mitad del año suman en total u$s10.400 millones aproximadamente. Argentina había solicitado un adelanto parcial o total de los mismos, en medio del año electoral y por los efectos de la sequía, que significaron una pérdida para el país de alrededor de u$s20.000 millones. Resta ver cuál es el número al que finalmente se arriba y que porción de los mismo podrá usarse para la intervención cambiaria. Para Massa y su equipo, la pelea por la estabilidad de los dólares paralelos es clave a la hora de evitar que vuelva a recalentarse la inflación, luego de la desaceleración al 6% mensual en junio.
Si las conversaciones avanzan de acuerdo a lo previsto, el propio Massa podría suspender algunas de sus actividades de campaña para volar a Washington (tentativamente el jueves) y estar presente en la firma del SLA, que luego debería ser aprobado por el Directorio (ver nota aparte). La cuestión de los tiempos se vuelve clave ya que en agosto el directorio del FMI entra en receso y la intención oficial es destrabar el desembolso antes de ello. De conseguirse, podría ayudar a tranquilizar la plaza cambiaria que en el cierre de la semana pasada operó con subas significativas, sobre todo en el dólar blue (que ayer se tomó un respiro ante la expectativa de una pronta definición del acuerdo).


Dejá tu comentario