11 de febrero 2009 - 00:00

Ganó Livni, pero no tiene asegurado formar gobierno

La ajustada victoria de Tzipi Livni contradijo las encuestas previas. En su partido, Kadima, hubo festejos y no se ocultó cierta sorpresa
La ajustada victoria de Tzipi Livni contradijo las encuestas previas. En su partido, Kadima, hubo festejos y no se ocultó cierta sorpresa
Jerusalén - La actual canciller israelí, la centrista Tzipi Livni, lograba anoche un ajustado e inesperado triunfo, de acuerdo con el 80% de los votos escrutados. Sin embargo, Benjamin Netanyahu, líder del partido conservador nacionalista Likud, y la derecha en general, alcanzaban buenos resultados y podrían formar Gobierno por su cuenta, o al menos condicionar a la postulante oficialista.
En una primera reacción, Netanyahu dijo que los resultados provisorios muestran que habría una mayoría de derecha en el fragmentado sistema parlamentario de Israel y que su partido podría formar una nueva coalición. «Con la ayuda de Dios, lideraré el próximo Gobierno», afirmó.
Un resultado ceñido, una vez que hoy finalice el recuento de votos, otorgaría un rol clave al presidente Shimon Peres, quien en teoría puede nominar a cualquier legislador para intentar formar un Gobierno. Sin embargo, en la práctica no existen precedentes de que no se nomine al líder del partido más votado inmediatamente después de las elecciones generales. Es probable que pasen semanas antes de que se pueda formar un nuevo gabinete.
Avigdor Lieberman, del partido de ultraderecha Israel Beiteinu, quedó colocado como actor principal de las negociaciones al alcanzar el tercer lugar de la votación basando su campaña en una dura retórica contra los árabes. Los palestinos dijeron que tienen nulas expectativas de progreso en sus demandas, sin importar si el primer ministro es Netanyahu o Livni, dada la alta incidencia que tendrán los partidos de derecha (ver aparte).
Al cierre de esta edición, el escrutinio oficial dama como vencedor al Kadima con 29 escaños en el Parlamento, frente a los 27 del Likud. Sin embargo, los soldados del Ejército habían sido contados en los sondeos a boca de urna y aquello podría favorecer a Netanyahu.
«Para la mañana llevaremos ventaja y cuando entren los votos de los soldados llevaremos mucha más ventaja», expresó el legislador del Likud, Yuval Steinitz. «El campo nacionalista ganó en grande», agregó.
Sobre la base de los resultados parciales, la derecha habría conseguido 64 asientos y el centro y la izquierda sólo 56, lo que podría negar a Livni la Jefatura de Gobierno y persuadir a Peres para que nomine a Netanyahu como primer ministro.
No obstante, Livni invitó a Netanyahu a formar un Gobierno de unidad nacional bajo su dirección. «Te ofrecí antes de fijar estas elecciones unirte a un Gobierno de unidad nacional bajo mi dirección para afrontar los problemas que tiene Israel, y lo rechazaste. Hoy, el pueblo ha elegido Kadima», dijo Livni al pedirle que reconsidere su postura a raíz de los primeros resultados que le dan a ella la victoria.
El ministro del Kadima Yaacov Edri reconoció que Livni podría tener dificultades para formar una coalición. Pero agregó: «No será fácil, pero el público israelí ha hablado, y dijo Tzipi».
Israel Beiteinu, liderado por Lieberman, ex asesor de Netanyahu, conseguirá entre 14 y 15 escaños, un alza respecto de sus actuales 11. Eso decepcionó a varios partidarios, que luego de los sondeos le asignaban hasta 19 parlamentarios.
Sin embargo, el desempeño de Israel Beiteinu parece haber perjudicado al Likud. Mark Heller, de la Universidad de Tel Aviv, dijo: «Netanyahu sintió que los partidos de derecha le pisaban los talones. El cambió de estrategia para cambiar eso y por lo tanto perdió algunos votos en el centro. A último minuto había muchas personas preocupadas por la idea de que Netanyahu sea primer ministro». Lieberman dijo que «el deseo de su corazón» es formar una coalición de derecha, pero agregó: «No estamos descartando a nadie».
Caída laborista
El Partido Laborista del ministro de Defensa, Ehud Barak, otro ex primer ministro, se encontraba en cuarto lugar con 13 escaños, según sondeos a boca de urna, una caída respecto de sus 19 parlamentarios actuales y una debacle histórica.
Pese a ser el partido de los fundadores de Israel y la fuerza dominante de sus primeras décadas, los laboristas sufrieron el cambio hacia la derecha del electorado. Las elecciones de ayer tuvieron lugar un año antes que lo previsto, después de que el hasta ahora primer ministro, Ehud Olmert, se vio forzado a renunciar por los escándalos de corrupción, y de que Livni fracasó en la formación de un nuevo Gobierno y se tuvo que convocar a comicios parlamentarios anticipados.
La lluvia y el alto porcentaje de indecisos, que según los sondeos preelectorales superaban el 20%, habían hecho temer a los analistas y líderes políticos por un alto ausentismo electoral.
Sin embargo, la participación electoral fue del 65,2% de los 4,8 millones de votantes registrados, superando con ello el 63,5% de los últimos comicios.
La votación en 9.500 locales repartidos por todo el país y los asentamientos judíos de Cisjordania se produjo en medio de fuertes medidas de seguridad. La Policía se encontraba en estado de máxima alerta, con 6.000 oficiales desplegados, al tiempo que se cerraron los accesos a Cisjordania.
Agencias ANSA, EFE, AFP, Reuters y DPA

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