20 de mayo 2009 - 00:00

Gran Bretaña: cayó el líder del Parlamento por el escándalo de gastos

Michael Martin ayer, al renunciar como presidente de la Cámara de los Comunes. El caso de los gastos particulares que numerosos legisladores cargaban a los contribuyentes enfurece a los británicos.
Michael Martin ayer, al renunciar como presidente de la Cámara de los Comunes. El caso de los gastos particulares que numerosos legisladores cargaban a los contribuyentes enfurece a los británicos.
Londres - El presidente de la Cámara de los Comunes del Parlamento británico renunció ayer por un escándalo de gastos de legisladores que sumió al país en su peor crisis política en años y mantiene indignada a la opinión pública. Michael Martin, del partido del premier Gordon Brown, se convirtió en la primera persona que se ve obligada a dejar el prestigioso cargo por perder la autoridad moral entre sus pares en más de 300 años.

Aunque su gestión era cuestionada desde hacía largo tiempo, el destino de Martin quedó sellado luego de que 23 diputados firmaran una moción de desconfianza por su papel en el escándalo, que estalló hace dos semanas cuando un diario publicó los insólitos gastos de numerosos legisladores. «Para que pueda mantenerse la unidad, decidí que renunciaré al cargo de presidente el domingo 21 de junio», indicó Martin en un breve comunicado.

El político escocés, un ex obrero metalúrgico y dirigente sindical, también dejará su cargo como diputado por su ciudad, Glasgow, informó la cadena de noticias BBC. Esta dimisión obligará a Brown y su partido a celebrar una elección para cubrir la banca vacante de un distrito que antes era un escaño cantado para los laboristas, pero que ahora podría verse amenazado por el impacto del escándalo en el oficialismo.

Las revelaciones sobre los derroches enfurecieron a los contribuyentes y dañaron la imagen de todos los partidos, pero parece haber afectado más a los laboristas, que están en el poder hace doce años, y alentado un profundo deseo de cambio.

El líder del opositor Partido Conservador, David Cameron, pidió a los británicos firmar una petición dirigida a Brown para que convoque a elecciones de inmediato.

Brown descartó tajantemente esa posibilidad y afirmó en conferencia de prensa que se trata de «un problema parlamentario» y no del Gobierno: «La solución es limpiar el sistema. Se equivocan quienes creen que esto se puede resolver cambiando algunos nombres», añadió.

El mandatario subrayó que la Cámara de los Comunes no puede seguir operando como un «club de caballeros» y abogó por una reforma del sistema de gastos que pase «de la autorregulación a la regulación independiente externa». Además, el premier aseguró que los diputados laboristas que hayan infringido las normas no podrán presentarse a los comicios generales, previstos para junio del año próximo.

Varios sondeos mostraron una estrepitosa caída del apoyo al laborismo, que ahora enfrenta una eventual derrota en los comicios para el Parlamento Europeo y en las municipales de Inglaterra del próximo 4 de junio. Para mayor complicación, la inesperada crisis política se suma a la recesión más grave del Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, una combinación letal para cualquier Gobierno.

En ese marco, los líderes de los partidos británicos acordaron ayer una reforma del polémico sistema de gastos de los diputados. Horas después de anunciar su renuncia, Martin informó de los resultados de la reunión que había mantenido con Brown y la oposición para analizar el régimen de gastos. El «speaker», como se conoce al presidente de la Cámara baja, señaló que las formaciones acordaron unas reformas «sólidas», entre las que destacan la limitación a 1.250 libras (1.415 euros) mensuales para intereses hipotecarios o alquiler de una segunda vivienda a los diputados que vivan fuera de Londres.

Con el fin de lograr una mayor transparencia, los detalles de las dietas de los diputados se publicarán en internet cada tres meses, dijo el todavía «speaker», que recibió una ovación espontánea por parte de diputados laboristas. Asimismo, los líderes de los partidos apoyaron un documento del premier que aboga por una «reforma fundamental» del sistema mediante la regulación de un órgano independiente.

El reemplazante de Martin será elegido por los 646 diputados de la Cámara de los Comunes al día siguiente de su renuncia. El nuevo presidente de la cámara heredará un cargo enraizado en la historia, que supuestamente es imparcial e independiente del Gobierno y cuenta con el consenso de todos sus pares. El presidente es la máxima autoridad de la Cámara baja y representa al recinto ante el monarca.

Sus deberes incluyen mantener el orden en los debates, dar la palabra a los legisladores y asegurarse que se sigan las reglas del Parlamento. El último presidente de la cámara obligado a dejar su puesto fue Sir John Trevor, quien había sido hallado culpable de aceptar una coima en 1695.

Agencias DPA, EFE y ANSA

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