París - Informaciones procedentes de Irán que dieron cuenta de una probable condena a muerte de un futbolista iraní por haber respaldado públicamente la ola de protestas por los derechos de las mujeres y en oposición al régimen islamista generó fuerte preocupación internacional y motivó un inusual pronunciamiento del Sindicato Mundial de Jugadores de Fútbol Profesional (FIFPro).
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Hay estupor internacional por la probable condena a muerte de un futbolista en Irán
Amir Nasr-Azadani, que respaldó las manifestaciones por los derechos de las mujeres, está preso desde el 27 de noviembre, acusado de pertenencia a un grupo armado. Ese cargo conlleva la pena capital por ahorcamiento.
Amir Nasr-Azadani está acusado de ser miembro de un “grupo armado” involucrado en la muerte de tres agentes de seguridad durante las protestas en la ciudad de Esfahan –centro de Irán–, señaló el presidente del Tribunal Supremo de esa ciudad, Asaduláh Jafari, según informó la agencia estatal IRNA.
El futbolista de 26 años está acusado de haber provocado “disturbios contra la autoridad” y que está detenido desde el 27 de noviembre. Aún no tiene sentencia, pero se teme que puedan aplicarle la pena capital por ahorcamiento en caso de que se alegue que usó un arma de fuego. La tipificación de pertenencia a un “grupo armado” incrementa la preocupación.
El sindicato internacional de futbolistas expresó su “conmoción”.
“FIFPro está conmocionado y asqueado por las informaciones según las que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani podría ser ejecutado en Irán después de haber hecho campaña por los derechos de las mujeres y las libertades fundamentales en el país. Somos solidarios con Amir”, escribió ayer ese colectivo en su cuenta de Twitter.
Esta reacción llega tras el clamor provocado en el extranjero después de la ejecución en Irán en los últimos días de dos jóvenes arrestados durante las manifestaciones originadas por la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que falleció bajo custodia policial tras su arresto por la Policía de la Moral, por infracción del estricto código de
vestimenta de la República Islámica.
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El Gobierno dijo que suprimiría esa odiada fuerza de seguridad, pero no la obligatoriedad de uso del velo para las mujeres, a pesar de la abierta rebelión de muchas de ellas, que se han manifestado quemánadolos. En reemplazo de la Policía de la Moral, fundada en tiempos del ultraislamista Mahmud Ahmadineyad, se utilizarán sistemas tecnológicos de detección en lugares públicos y de citación de las sospechosas por mensaje de texto.
Amir Nasr-Azadani, defensor del club local de Iranjavan y que ha llegado a jugar en la selección sub-16 de su país, inició su carrera en el equipo de Teherán Rah-Ahan, con el que hizo su debut en la Premier League iraní.
La exestrella internacional iraní Alí Karimi, ferviente defensor de las manifestaciones, salió apoyar al futbolista con un tuit: “No ejecuten a Amir”.
El jefe de la Autoridad Judicial de Ispahan (centro-oeste), Abdullah Jafari, indicó el domingo que el futbolista, detenido desde el 18 de noviembre, estaba acusado de pertenecer a un grupo de nueve personas que trataron de atacar los “fundamentos de la República islámica de Irán”, según la agencia ISNA.
“Amir y otras tres personas son el origen de una protesta que se produjo el 16 de noviembre en Ispahan” durante la que tres agentes de seguridad murieron, según Jafari.
Amir Nasr-Azadani es sospechoso de haber estado implicado en la muerte de uno de los tres agentes de seguridad, según la agencia de prensa Tasnim.
En su primera participación en el Mundial de Qatar, contra Inglaterra, los miembros de la selección iraní se negaron a cantar el himno en protesta contra la represión del régimen teocrático, pero presuntas presiones de este los hicieron modificar esa actitud en los juegos siguientes, aunque los futbolistas mostraron un notorio desgano al entonar la canción patria.
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