Involucran a Marruecos en un Qatar-gate que se agrava

Bruselas - Una verdadera trama de espionaje internacional comienza a revelarse detrás del caso de corrupción que involucra a varios italianos, entre ellos el exeuroparlamentario Pier Antonio Panzeri y a Francesco Giorgi, pareja de la ahora destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo (PE) Eva Kiril. Este confesó finalmente su culpabilidad e involucró en la trama no solo de Qatar.

La investigación del Qatar-gate, que sacude al Parlamento Europeo, se desencadenó por un informe elevado por Emiratos Árabes Unidos a la inteligencia belga, que durante meses trabajó con los servicios secretos de otros cinco países, pero no con los de Italia, “que habrían sido excluidos de la operación a pesar de que todo parecía girar en torno a figuras de esa nacionalidad”.

Así lo reconstruyó el periódico Corriere della Sera en un artículo publicado ayer. Según el mismo, el informe emiratí “llevaba a los 007 tras la pista de un centro de estudios marroquí en Bruselas, tras el cual se escondía un centro de espionaje”.

Los servicios belgas constataron que dicho centro tenía conexiones con el embajador marroquí en Polonia, Abderrahim Atmoun, quien en los documentos de investigación es mencionado como aquel a quien “Panzeri tuvo que confiar los regalos que recibió para que pudieran ser trasladados a Marruecos”.

“Iniciado en 2021 como un caso de ‘seguridad nacional’ debido a la amenaza de injerencia de un país extranjero en los procesos de toma de decisiones del Parlamento Europeo –continuó el “Corriere”–, el expediente en cierto punto pierde su peligrosidad y se convierte en una cuestión de corrupción internacional, igualmente grave, pero menos alarmante para la inteligencia local que la traslada a la justicia ordinaria. Los magistrados trabajan allí y también apuntan a las relaciones con Qatar, especialmente con la ahora exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili”.

El punto de inflexión en las investigaciones de los servicios de inteligencia se produjo cuando llegó una “visita clandestina”, cuya forma no se precisó, al domicilio de los Panzeri. Visita con motivo de la cual se vieron los 700.000 euros en efectivo, posteriormente encontrados durante el registro que se llevó a cabo prácticamente con certeza.

El italiano Francesco Giorgi, de 35 años, compañero sentimental de Eva Kaili, de 44, confesó su implicación en la trama de sobornos en el Parlamento Europeo, que involucra a Qatar y a Marruecos.

Kaili, que tiene una hija de dos años con Giorgi, Kaili se encuentra en prisión preventiva y tiene fijada su vista ante el juez el 22 de diciembre, tras no haber podido comparecer el miércoles por una huelga de funcionarios.

La policía encontró cientos de miles de euros en el domicilio de Kaili y Giorgi y sorprendió al padre de la exvicepresidenta del PE saliendo de un hotel de Bruselas con bolsas de dinero, circunstancia que les permitió actuar pese a la inmunidad parlamentaria de la política griega, al entender que estaba cometiendo un delito flagrante.