El EMAE anotó su mayor descenso desde el 2009 y en el año acumula una contracción del 0,6%. Privados estiman recesión del 1% para este año.
La actividad económica se hundió en junio un 6,7% interanual, la mayor caída desde julio del 2009, y volvió a los niveles de enero del 2015, indicó ayer el INDEC. En el desestacionalizado, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) cayó un 1,3% con respecto a mayo y en lo que va del año acumula una caída del 0,6%. Esta es la primera vez desde que comenzó el año que el indicador se ubica en terreno negativo. Además, ya está un 5,2% por debajo del techo de la actividad, alcanzado en enero de este año. En relación al primer trimestre 2018, entre abril y junio, el EMAE se contrajo un 3,9%.
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Si bien la crisis cambiaria fue un agravante para la actividad, esta ya había comenzado a desacelerarse en los primeros meses del año debido a los efectos de la sequía, que afectó a diversas regiones del país. También perjudicó al intercambio comercial debido a la pérdida de divisas por exportación que se hubieran generado a través del sector de granos. Al borde de la recesión, una de las principales preocupaciones para el Gobierno y los analistas es el punto en el cual dejará de caer la actividad. Ya sin el efecto de la "tormenta" cambiaria, desde el oficialismo apuntaban a que el crecimiento iba a tomar una pausa en el segundo y el tercer trimestre, pero consideraron que el factor de la sequía iba a ser transitorio. Ahora también hay que tener en cuenta que persisten las elevadas tasas de interés (el rendimiento de las Leliq se encuentra en 45%), sumada a la elevada inflación, que en el primer semestre ascendió al 16% y a la caída del consumo.
En este contexto, de los quince sectores que componen el EMAE, sólo seis han crecido en junio, contra los nueve de mayo y los doce de abril, lo que indica que ya hay más sectores que están cayendo, en relación a los que avanzan. Las ramas que mantuvieron la tendencia positiva fueron Explotación de minas y canteras (+4,9%), Intermediación financiera (+4,6%), Electricidad, gas y agua (+4,3%), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+2,3%), Servicios sociales y de salud (+1,7%) y enseñanza (+0,8%). No obstante, la actividad tuvo un gran impacto por la incidencia de las caídas de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-31%), Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-8,4%) y la Industria manufacturera (-7,5%), que tienen una gran ponderación en el índice. Otros sectores que anotaron fuertes caídas fueron Pesca (-16%), Transporte y comunicaciones (-6,1%) e Impuestos netos de subsidios (-5,3%). Más abajo se ubicaron Hoteles y restaurantes (-2,5%), Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-0,7%) y Construcción (0,2%), entre otras.
La consultora ACM sostuvo que "en caso que la economía se mantenga en este nivel, la variación para el total del 2018 sería de una contracción del 1,8%. Y agregó que, de esta manera, "confirmamos nuestra visión de que hay un techo para la actividad de -1% para este año". "Se confirma que el escenario de crecimiento para el 2018 se ubicará cercano al escenario adverso planteado en el acuerdo con el FMI (-1,3%), que resulta bastante lejano al crecimiento del 0,4% para 2018 planteado en el escenario base del organismo". Vale recordar que en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado publicado por el Banco Central, los analistas estimaron para este año una contracción del PBI del 0,3%. Y todavía no habían estimado el impacto de la suba del tipo de cambio de agosto.
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