5 de enero 2010 - 00:00

Macri, como Kirchner, sueña con ser finalista para balotaje 2011

Con saco blanco, al estilo Remes Lenicov, Mauricio Macri, ingresando ayer a la sede del Ministerio de Salud, en el barrio porteño de Parque Patricios. Un funcionario lo protege de la lluvia. A su lado (der.), el vocero, Iván Pavlovsky.
Con saco blanco, al estilo Remes Lenicov, Mauricio Macri, ingresando ayer a la sede del Ministerio de Salud, en el barrio porteño de Parque Patricios. Un funcionario lo protege de la lluvia. A su lado (der.), el vocero, Iván Pavlovsky.
Mauricio Macri confirmó ayer sus deseos ante el año nuevo y con una metáfora de barrio aseguró que su «sueño del pibe» es derrotar a Néstor Kirchner en los comicios presidenciales de 2011.

De ese modo, Macri se anotó en la tira de presidenciables, confirmando que buscará llegar a la nómina el año próximo y que, al igual que Julio Cobos, aspira a competir con el ex presidente de la Nación, quien también supo anunciar que querría derrotar al jefe porteño en las urnas.

El jefe de Gobierno comenzará a planificar su estrategia electoral esta semana. Será en reuniones de la mesa nacional del PRO, donde lo alientan a buscar ampliar el padrón de afiliados de ese sello y a competir con aliados anti-K por fuera del peronismo.

Macri ayer comenzó el primer día hábil de 2010 brindando una conferencia de prensa sobre la prevención del dengue tras la cual se explayó sobre sus apetencias electorales.

«Estamos construyendo una candidatura, obviamente que el sueño del pibe sería enfrentar a Kirchner, que no puede ganar nunca una segunda vuelta», sostuvo el mandatario de la Capital Federal y consideró que «cualquiera» le ganaría a Kirchner en un balotaje.

«¿Quién no quiere ir a una segunda vuelta con Kirchner?», se preguntó Macri y opinó que «seguro que alguno le gana».

«El de nosotros que vaya a segunda vuelta gana seguro, así que para todos los espacios que estamos construyendo una candidatura obviamente que el sueño del pibe sería enfrentar a Kirchner, que no puede ganar nunca en segunda vuelta», completó el jefe de Gobierno acerca de los candidatos del antikirchnerismo y dando cuenta de las intenciones de Cobos en el mismo sentido.

Macri, de todos modos, explicó que su candidatura se está «construyendo». Los últimos meses de su gestión le depararon una andanada de críticas que intentará superar en el ciclo preelectoral. Dentro del grupo de aliados impulsan también la candidatura de Francisco de Narváez, pero el macrismo ve actualmente como una molestia esa carrera, aunque en un sector del PRO consideran que «llegado el momento se verá quién es el candidato», aludiendo a la posibilidad de que Macri finalmente considere postularse para un nuevo período en la Ciudad de Buenos Aires y abandone la pelea principal.

Como sea, Macri se apuntó en la lista a la que se vienen sumando Cobos, Eduardo Duhalde y Carlos Menem, al menos de quienes han admitido públicamente que intentarán una candidatura a presidente para las próximos comicios nacionales.

La decisión del jefe de Gobierno porteño es esperada por su propia tropa, donde ya se ha desatado la interna por la sucesión local del mandatario.

Mientras el Gobierno porteño buscará remontar en la gestión, el macrismo planifica para este año una suerte de precampaña nacional del jefe de Gobierno que incluirá estadas en el interior del país con la idea de sumar afiliados al PRO y capturar dirigentes jóvenes desencantados del peronismo que se agreguen al proyecto presidencial del mandatario de la Ciudad.

Al mismo tiempo, la administración macrista busca seguir con la estrategia de presentaciones diarias del mandatario en temas que hacen a la gestión porteña, como por caso ayer en la nueva sede del Ministerio de Salud en el sur del distrito.

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