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Mal año para la región
Se observan bajas en las ventas en la mayor parte de los países de América Latina. La caída de Brasil es la más emblemática por la importancia del mercado en cuanto a volumen. Devaluaciones que hicieron subir los precios medidos en moneda local es un factor común. En la Argentina y Ecuador también se registra falta de oferta por cupos a importaciones.
Hasta septiembre, el otro país que computa un alza es Venezuela, aunque las ventas del sector se encuentran allí en un piso que hace que unas decenas de unidades muevan las agujas de forma abrupta. Un ejemplo de esto es el último mes, donde se observa una caída del 67,6% con 671 patentamientos.
En Sudamérica, sin datos de Bolivia y Paraguay, sólo la Argentina tuvo un alza en septiembre, con un crecimiento del 9,5%. El resto de los países mantienen el declive, al igual que en las cifras totales acumuladas. Respecto a este último punto, sólo tienen bajas menos pronunciadas Perú y Colombia, con -4% y -8% repectivamente, aunque en el último caso los analistas destacan un buen nivel de actividad, ya que la comparación es contra un 2014 récord.
La baja más preocupante para la región, y en especial para las terminales argentinas, es la de Brasil, que tuvo un descenso del 32,5% en septiembre y del 22% en el año. El mercado brasileño, de casi 3,5 millones de autos en 2014 y quinto del mundo por volumen, es el principal destino de la producción argentina. El desplome deriva en una merma en las exportaciones y en el ritmo de fabricación local. Ecuador, en tanto, registra la caída más importante -del 25%- en lo que va de 2015. Sin embargo, al igual que en la Argentina, ese país mantiene cupos para la importación de productos y de autopartes. Y este año se vieron reducidos. Es decir, de forma similar a lo que ocurre en estas latitudes, la magnitud del retroceso tiene otros componentes, entre los que se encuentra también la falta de oferta de vehículos.
De todas maneras, un factor común a varios países de la región es el impacto que la devaluación produjo en la venta de autos nuevos. En algunos casos el efecto es inmediato.
Por ejemplo, países que depreciaron su moneda, como Chile y Perú, no cuentan con fabricación nacional de automóviles, son mercados netamente importadores. Buena parte del parque automotor se vende en dólares.
Con la cual el encarecimiento de los precios en términos relativos es lineal. El mismo proceso de alza de los valores de los 0 km a raíz de las devaluaciones se vivió en la Argentina, Uruguay y también en Brasil. El sector en México, por su parte, vive un momento de esplendor. A la suba de las ventas de casi un 20% en 2015 le agrega un plus: se afianza como uno de los principales polos de fabricación de vehículos. Este año lleva producidos unos 2,5 millones de automóviles y se fortalece como séptimo productor mundial, empujado principalmente por la creciente demanda de los Estados Unidos.
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