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“Mi cine dialoga con la realidad de modo elíptico”
Exhibida en Cannes en la edición de este año, la película sobre una cumbre presidencial y un mandatario argentino (de ficción, interpretado por Ricardo Darín) llega a los cines de nuestro país.

Mitre. El realizador de “El estudiante” y de la remake de “La patota” incursiona en el cine político.
P.: Todos convocados donde el Diablo perdió el poncho.
S. M.: Valle Nevado y Los Farallones, a 46 km. de Santiago de Chile y 3.025 metros de altura. Hubo que hacer coincidir sus respectivas agendas de trabajo para reunir a todos y esperar que se aclimataran, pero era el lugar ideal, con un hotel de lujo, aunque filmar allí se hizo difícil.También filmamos en el Ala Moreno del Llao-Llao, y en la Casa Rosada.
P.: ¿Hay alguna relación entre la ficción y la actualidad?
S. M.: Yo hago películas completamente ficcionales, que dialogan con la realidad de modo elíptico. Acá aludimos a cosas actuales y también a gobiernos anteriores, y a la relación de nuestros países con la política de EE.UU., y otros temas, siempre de modo elíptico. Pero creo que el final es bien contundente.
P.: El film coquetea un poco con el cine de terror psicológico.
S. M.: En eso participó el montajista Nicolás Goldbart, que también es director de cine, y sabe y le interesa el cine de género. Con él enfrentamos el desafío de combinar los géneros. La película empieza realista y se va transformando, aparecen elementos extraños, cerca del terror. Ahí me resultó más útil pensar en Friedkin o Polanski que en Pakula o Lumet, maestros del thriller político. Y es que a veces las ficciones extremas dicen más verdad que la verdad.
P.: Y nos plantean unas cuantas dudas...
S. M.: Lo mismo pasa en la vida real. Por ejemplo, ¿cómo se hace una negociación a puertas cerradas? ¿Y cómo algún testigo peligroso puede sufrir de pronto un ACV? Es curioso ver cómo los políticos reelaboran su pasado. Mi película también habla de eso.
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