16 de agosto 2018 - 00:00

Naftas: ahora las presiones para suba son locales

A la devaluación se suma el alza en los biocombustibles y en impuestos.

Según las petroleras, con un dólar debajo de $29 los productos no premium (nafta súper y gasoil común) todavía necesitaban un aumento del 10% para ponerse en línea con los precios internacionales, mientras que para los combustibles premium faltaba una adecuación de alrededor del 5%. Ese pronóstico empezó a tambalear desde el jueves debido a que el valor del dólar acumuló desde ese día un alza del 8,7% y parece que no bajará ya de $30.

Con el precio internacional del petróleo manteniéndose por debajo de u$s75 en las últimas semanas, y ubicándose ayer en u$s70,86, esta vez todas las presiones provienen del plano local.

El Ministerio de Energía fijó ayer nuevos precios para los biocombustibles. El biodiésel, que representa un 10% de un litro de gasoil, se incrementó un 5,49%, a $22.095 la tonelada. En tanto, el etanol, que equivale a un 12% de un litro de nafta, tuvo un alza del 5,77%, a $20,248 en el caso del que proviene de la caña de azúcar, y de 1,98% a $16,234 para el que se obtiene del maíz.

Estos valores se fijaron por una resolución oficial, pero son retroactivos al 1 de este mes, lo que amplía el efecto sobre el precio de los combustibles.

Además, al conocerse ayer el índice de precios minoristas a nivel nacional, ya se puede calcular el ajuste que tendrán los impuestos a los combustibles a partir del 1 de septiembre, porque según la ley de reforma tributaria deben ajustarse trimestralmente según la evolución de ese indicador.

La variación a aplicar será del 9,16%, lo que significa que en el caso de un litro de nafta, los impuestos (que no gravan la parte de biocombustible) pasarán de $6,7029 ahora a $7,3169 en septiembre. Para los distintos tipos de gasoil, los impuestos pasarán de $4,4379 ahora a $4,8444 el mes próximo.

Por último, las petroleras buscan no sólo que los precios locales estén en línea con los internacionales, sino también recuperar lo que no pudieron ganar en mayo por el congelamiento que les pidió el exministro Juan José Aranguren, cuando el barril de petróleo llegó a estar arriba de u$s79, y también en junio cuando se les autorizó sólo un alza de alrededor del 3%. Argumentan que el margen de la refinación es muy estrecho como para dejar de ganar, y buscarían incluso una compensación por los meses en que el aumento se va aplicando cuotificado, y no todo junto como pudo haberse hecho el 1 de julio, cuando el Gobierno decidió volver a la liberación y desregulación el mercado.

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