6 de diciembre 2013 - 00:00

Negocian ya con Repsol: definen bono para el pago

Axel Kicillof
Axel Kicillof
Un equipo encabezado por el ministro Axel Kicillof y una delegación de Repsol tuvieron ayer la primera reunión para definir los detalles del bono con que la Argentina indemnizará a la empresa española por la expropiación del 51% de las acciones de YPF. En medios oficiales se indicó que las conversaciones están bien encaminadas y que ambas partes están "muy confiadas" en que el acuerdo definitivo se cerrará antes de fin de año, incluyendo el desistimiento de los juicios iniciados por parte de Repsol. La semana próxima técnicos de ambas partes terminarían con los detalles.

Del encuentro que se realizó en la sede de YPF en Buenos Aires participaron Kicillof y el presidente de la petrolera, Miguel Galuccio. Por Repsol la delegación estuvo integrada por Miguel Klingerberg Calvo, vicesecretario general; Nemesio Fernández Cuesta, director de Negocios; y Miguel Martínez San Martín, director económico-financiero.

Por lo que se sabe hasta ahora, las partes tienen que resolver las características del bono que emitirá la Argentina para pagarle a Repsol, cuyo monto sería de u$s 5.000 millones. Poniéndole presión a lo que iba a suceder desde ayer en Buenos Aires, el titular de Repsol, Antoni Brufau, dijo el martes en Barcelona: "Nosotros nunca hemos dicho esa cifra , lo que hemos dicho es que lo que tengamos que cobrar debe ser de alguna forma una cifra cierta y que el valor presente justifique la retirada de los litigios".

Esa afirmación refiere al período durante el cual los bonos a emitir no percibirán intereses, al momento en que podrán empezar a venderse y a la fecha en que comenzará a amortizarse el capital. En principio, luego del preacuerdo alcanzado entre los gobiernos de la Argentina, México y España, el lunes 25 de noviembre, trascendió que los bonos tendrían un período de gracia de dos a cuatro años. Con todo, en las últimas declaraciones de Brufau no hay referencia a la necesidad de una garantía adicional, aspecto que sería posiblemente el más controvertido por tratarse de bonos a emitir por el Estado nacional por lo que no necesitan tener otros respaldos.

Se entiende que una vez terminada esta etapa con los detalles del título a emitir, ambas partes fijarán un plazo para la instrumentación. El Gobierno necesita que la emisión de deuda sea aprobada por el Congreso, y Repsol quedará obligada a desarmar los litigios iniciados contra el Estado nacional en el CIADI, tribunal arbitral del Banco Mundial, y en Estados Unidos, España y Buenos Aires contra YPF, Chevron y Bridas.

Repsol deberá admitir una pérdida en el balance de algo más de 1.500 millones de euros, porque tiene previsionados 5.264 millones de euros por la expropiación de las acciones de YPF, y u$s 5.000 millones equivalen a unos 3.700 millones de euros. Sin embargo, los analistas financieros estiman que el acuerdo es beneficioso para la empresa española porque la vía judicial hubiera demorado varios años y el resultado era incierto. Ayer la calificadora Fitch consideró "ampliamente positivo" para la calidad crediticia de Repsol el acuerdo con la Argentina sobre YPF, aunque consideró la necesidad de contar con garantías y conocer los detalles de la compensación, consignó la agencia Europa Press.

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