16 de enero 2014 - 00:00

Ni ganador ni perdedor

Ni ganador ni perdedor
Con el 0,52% que avanzó ayer (se sindica al balance mejor a lo esperado del Bank of America como el principal responsable), el S&P 500 cerró ayer en 1.848,38 puntos, marcando un máximo histórico que lo coloca un 0,001% por encima del último valor de 2013. El Promedio Industrial, si bien ganó un 0,66% al estacionarse en 16.481,94 puntos no corrió la misma suerte ya que aún pierde un 0,57% en lo que va de 2014. Los otros dos grandes indicadores bursátiles, el Nasdaq y el Russell 2000, sumaron un 0,76% -con esto marcó un máximo en 13 años- y un 0,68% con lo cual su saldo anual trepa al 0,92% y 0,66%. Conclusión, las cosas no están lo suficientemente claras como para atreverse a pronosticar de qué lado terminará enero. Esto es más que razonable si tenemos en cuenta que existe cierto consenso que las acciones norteamericanas no están baratas, pero tampoco se encuentran sobrevaluadas (en realidad no entendemos la idea pero debemos transmitirla). Los datos macros de la jornada, manufacturas en la región de Nueva York, el Beige Book de la Fed y los precios mayoristas del mes pasado, mostraron una economía creciendo a un ritmo entre moderado, lo que agrega algo más a la incertidumbre de los inversores. Esto explica por qué mientras la tasa a 10 años trepó 1 punto básico a 2,886% anual, el precio del petróleo avanzó un 1,7% a u$s 94,17 por barril y el oro retrocedió un 0,6% a u$s 1.238,3 por onza. Entre la plétora de datos que se difunden hoy -balances y de la macro- tal vez valga la pena tomarse unos minutos para ver qué dice Ben Bernanke en el Brooklings Institution. No porque vaya a decir nada sorprendente, sino porque puede deslizar qué piensa del enfrentamiento Yellen/Fischer.

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