2 de mayo 2014 - 11:56

"¿No estaban mejor como esclavos?"

Un ganadero de Nevada se negó a pagar una deuda impositiva con el Gobierno federal. Sus proclamas antisubsidios concitaron el apoyo inmediato de los referentes del ala dura del Partido Republicano, que se toparon de lleno con un desborde racista. Al mismo tiempo, la conferencia anual del lobby proarmas dio lugar a un festival de frases explosivas. Así se prepara EE.UU. para las cruciales elecciones legislativas de noviembre próximo. Gabriela Esquivada pintó el panorama para el Buenos Aires Herald.

Cliven Bundy, un rebelde fiscal que dejó en off side a republicanos.
Cliven Bundy, un rebelde fiscal que dejó en off side a republicanos.
New York - Cliven Bundy, un ganadero de Nevada, copó los noticieros nacionales de Estados Unidos gracias a la cobertura a pleno de Fox News sobre su firme negativa a pagar impuestos. Se trata de más de un millón de dólares acumulados desde que dejó de pagar en 1993, correspondientes a terrenos fiscales donde comen sus animales. Por un fallo judicial, agentes de la Oficina de Gestión de Tierras de EE.UU. (BLM, por sus siglas en inglés) intentaron confiscarle 500 cabezas de ganado (seis murieron), pero fueron echados del lugar por cincuenta simpatizantes que defendieron a Bundy con armas.

El ganadero pronto se ganó fama como una celebridad que predica en contra del intervencionismo del gobierno federal. Afiliado al Partido Republicano y padre de catorce hijos, Bundy se rehúsa a reconocer a autoridades gubernamentales que no sean las de su estado y repudia que el Estado nacional sea propietario del 85 por ciento de la tierra de Nevada (la mayoría de los distritos del Oeste no son propietarios de sus tierras como los del Este). Prometió: "Me voy al carajo si voy a honrar a un juzgado federal que no tiene ni competencia ni autoridad o poder de detención sobre nosotros, el pueblo".

Los republicanos de corte más duro apoyaron el atrincheramiento de Bundy sin pelos en la lengua. El senador Rand Paul, que trata de fortalecer su aspiración presidencial, reflexionó: "Esto consiste en un verdadero debate constitucional y legal, pero no debería reducirse a violencia de armas, y espero que el Gobierno (de Barack Obama) no vaya cargado de armas y provoque un enfrentamiento".

Su colega Dean Heller, otro republicano y hombre de Nevada, denunció al presidente de la mayoría del Senado: "A quienes el senador (demócrata Harry) Reid llama terroristas, yo los llamo patriotas", dijo en referencia a los aliados del ganadero. El senador Ted Cruz calificó el conflicto como la "desgraciada y trágica culminación del camino que ha tomado el presidente Obama".

Otros republicanos -el gobernador de Texas, Rick Perry, la legisladora de Nevada Michele Fiore- hablaron, o bien en contra de la autoridad del gobierno federal sobre la tierra que ha sido cultivada por propietarios que habitan en el estado de Nevada hace décadas, o directamente a favor de la cruzada de Bundy.

Pero después, cada vez más cómodo y confiado en sus conferencias de prensa matutinas, Bundy agregó: "Les quiero decir una cosa más que sé sobre el Negro".

Sus dichos racistas y proesclavitud, originalmente publicados en The New York Times, ya se hicieron famosos en YouTube: "Cuando voy al norte de Las Vegas y veo estas casas del gobierno (de ayuda social), la puerta suele estar abierta. Los más viejos y los chicos -casi siempre hay media docena de gente sentada ahí- no tienen nada que hacer. No tenían nada para hacer para sus chicos. No tenían nada para hacer por las chiquitas. Y esto básicamente porque están subsidiados por el gobierno, ¿entonces qué van a hacer? Aprendieron a abortar a sus chicos, ponen a sus hombres jóvenes en la cárcel, porque nunca aprendieron a recoger algodón. Y también me he preguntado a menudo, ¿no estaban mejor como esclavos? ¿Recogiendo algodón y teniendo vida en familia y haciendo cosas, o viviendo con subsidios del gobierno? No obtuvieron más libertad; obtuvieron menos libertad. Tienen menos vida en familia y menos alegría".

Comparado con el ganadero de Nevada, más fácil la tenía Al Bundy, el personaje cursi de "Casado con hijos" que sólo hacía comentarios sexistas. Todavía se puede zafar sin mayores inconvenientes de ese terreno, pero no del racismo.

De buenas a primeras, ninguno de los radicalizados republicanos quería compartir la foto con el rebelde fiscal.

El senador Cruz calificó los comentarios como "completamente inaceptables". La prensa de Heller dijo que el diputado "está en total desacuerdo con las declaraciones espantosas y racistas del señor Bundy, y los rechaza de la forma más contundente".

Paul se tomó su tiempo - no quería aislarse de los que apoyan la causa antiEstado - y 12 horas más tarde expresó: "Sus declaraciones sobre la raza son ofensivas y estoy totalmente en desacuerdo con él".

Hasta las estrellas de Fox News Greta Van Susteren y Bill O'Reilly matizaron su apoyo al ganadero: "Quiero dejar esto claro: yo condeno lo que dijo Cliven Bundy sobre los afroamericanos", escribió Van Susteren en su blog; "Cliven Bundy es un hombre que no ve las cosas con claridad, hizo comentarios ignorantes muy ofensivos sobre los afroamericanos", dictaminó O'Reilly en su programa. Pero también intentó controlar el daño a la causa, citando observaciones supuestamente prolatinos del ganadero de Nevada (generalizó que los inmigrantes que provienen de México y otros países son personas que trabajan mucho a pesar de que violan la ley para entrar en su país).

Mientras Fox News y los republicanos de extrema derecha se alejaban lentamente del rancho de Bundy, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) celebraba su reunión de 2014 en Indianápolis, Indiana. El espectáculo dio un giro más familiar: "¿Confiás en que este gobierno realmente te proteja a vos y a tu familia?", preguntó el CEO del NRA, Wayne LaPierre, en su discurso de apertura. "¡Nooo!", gritó el público. "Estamos solos. Esa es una certeza, no es menos cierto que la verdad absoluta: un hecho que las poderosas cúpulas políticas y mediáticas siguen negando, igual de esperable como que nieguen nuestro derecho a salvar nuestras propias vidas. ¡La verdad, de vida o muerte, es que el camino más seguro de detener un mal sujeto es tener buena gente con armas!".

Varios aspirantes republicanos alabaron la conferencia. El exsenador de Pennsylvania y exprecandidato presidencial Rick Santorum declaró con orgullo que cada miembro de su familia está afiliado a la ANR y que su esposa, Karen, es propietaria de más armas que él. Le dio una nueva definición al romance: "El regalo por default para las mujeres en una ocasión especial, según la mayoría de los hombres, es comprarles flores. Para mí, la apuesta segura es la munición". Y exhortó Santorum: "Una familia bien armada es una familia segura. Un Estados Unidos bien armado es un Estados Unidos más seguro".

El senador por Florida Marco Rubio también se concentró en los lazos más cercanos: "Teniendo una tradición de familia de caza y tiro, no es algo que tengamos que pedirle permiso a nuestros líderes para hacerlo. Es fundamental para lograr la felicidad en Estados Unidos". También pidió cambiar la imagen pública de los propietarios de armas, debido a que la cultura dominante los tacha como "gente paranoica y amarga".

El gobernador de Indiana, el estado anfitrión, Mike Pence, asistió al evento acompañado por su esposa. "Cuando la conocí hace treinta años, tenía una pistola y una motocicleta", le contó a la audiencia. "Fue amor a primera vista".

La conferencia de la NRA también incluyó la firma de libros por el exsecretario de Defensa Donald Rumsfeld y el teniente coronel Oliver North. En cambio, el senador Cruz no pudo asistir pero envió un mensaje por video: "La Segunda Enmienda está bajo constante asedio por los demócratas en Washington, que utilizarán cualquier tragedia para movilizar su agenda de control de armas".

Pero ninguno de ellos recibió el acoso de las miradas que apuntaron a la exgobernadora de Alaska y candidata republicana a la vicepresidencia en 2008, Sarah Palin.

"Vamos, los enemigos que buscan la aniquilación total de Estados Unidos. Ellos, que evidentemente tendrían información sobre complots para llevar a cabo la yihad ... Oh, pero no se puede ofenderlos, no puede ser que se sientan incómodos, ni siquiera un poquito. Bueno, si yo estuviera a cargo, sabrían que el 'waterboarding' (tortura tipo submarino) es cómo bautizaríamos a los terroristas".

Aplausos.

Bundy y la NRA serían ridículos si no fuera que representan la profunda división que subyace en los EE.UU. En los mismos 10 días de estos acontecimientos, Donald Sterling, dueño del equipo de basket de Los Angeles Clippers, también hizo comentarios racistas; el lunes hubo otro episodio de tiroteo seguido de suicidio. Bundy y la NRA no son una excepción. Parecen ser un recordatorio de los problemas que convierten el Juramento de Lealtad a la bandera nacional en una ilusión: "Una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos".


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Especial desde EE.UU. para Buenos Aires Herald.

@gesq

Traducción: Francisco Aldaya @franma1990

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