31 de enero 2012 - 00:00

Nueva bienal del arte de la fotografía en el Borges

Una de las 330 obras de alto nivel artístico que alberga la Bienal de Fotografía que se acaba de inaugurar en el Centro Borges y vuelve a ratificar a esta disciplina entre las artes.
Una de las 330 obras de alto nivel artístico que alberga la Bienal de Fotografía que se acaba de inaugurar en el Centro Borges y vuelve a ratificar a esta disciplina entre las artes.
La realización de la Bienal de Fotografía en el Centro Cultural Borges, logró volver a poner el eje de la discusión sobre si esta disciplina puede ser considerada como una más de las bellas artes. Una discusión que se remonta al siglo XIX.

En su repertorio de texto acerca de la fotografía en el período de 1816 a 1871 (La Photographie en France, 1989), André Rouillé exhuma un alegato formulado en 1862, al tratarse en la Justicia, en París, la extensión a la fotografía del derecho de autor legislado para la pintura.

«Quienes sostienen que el fotógrafo no crea con el poder de su imaginación ni produce, con la ayuda de sus sentimientos, las imágenes del mundo circundante, deben ir al estudio y observar la paciencia inteligente, los recursos del espíritu y la destreza que emplea (.) para comprobar que es él un creador, que el daguerrotipo y las sustancias químicas no son sino los equivalentes del pincel y la paleta con los cuales realiza el ideal que lleva en su espíritu», dice el alegato.

En la era de la seducción de la apariencia, la imagen ha pasado a ser imagen de imagen. No se trata ya de una imagen primera y pura, sino de trabajar con la historia de las imágenes, incluyendo las «extra-artísticas» que circulan en la sociedad. La fotografía ha ido poniendo en cuestión el campo del arte desde su interior, modificando sus categorías fundadoras y rechazando el modernismo.

Célebre es ya la reflexión de Walter Benjamin antes de debatir, como se debatió el siglo pasado, si la fotografía no modificaba por completo el carácter del arte. Benjamin opina que esa transformación fue total, y sin duda lo fue. Charles Baudelaire, el gran poeta y crítico de arte, se contó entre los mayores enemigos del nuevo medio: «Si se permite que la fotografía supla al arte en algunas de sus funciones, pronto habrá de reemplazarlo o de corromperlo por entero, gracias a la alianza natural que ella ha de encontrar en la estupidez de la multitud», escribía en 1859. «Preciso es entonces que la fotografía vuelva a su deber, que es el de ser la servidora -la humilde servidora- de las ciencias y las artes, como la imprenta y la estenografía, que no crearon ni suplieron a la literatura».

En cambio, el pintor Antoine Wiertz, en 1855 sostenía lo opuesto: «Antes de que haya pasado un siglo, esta máquina será el pincel, la paleta, los colores, la destreza, la agilidad, la experiencia, la precisión, el tinte, el esmalte, el modelo, el cumplimiento, el resumen de la pintura... ¡Que no se piense que la daguerrotipia matará al arte! Cuando crezca, cuando todo su arte y toda su fuerza estén desarrollados, el genio ha de tomarla por el cuello para gritarle: Ahora trabajemos juntos».

Esta Bienal internacional de fotografía inaugurada el 20 de enero reúne la obra de 220 artistas, fotoperiodistas y documentalistas de los cinco continenetes.

Se trata de una selección de los trabajos que participaron de los concursos que realiza anualmente The World Wide Pahotography Gala Awards, con sede en Londres y que organiza la Bienal. El curador por dicha entidad es Julio Hardy y por parte del Centro Cultural es Virginia Fabri, quien posee amplia experiencia en la curaduría de muestras fotográficas ya que participó en varias de ellas para el Centro Cultural Recoleta y en proyectos independientes. A diferencia de las ferias, las bienales son lugares donde el arte queda fuera de las leyes del mercado. A consecuencia de eso, se genera una gesta cultural con un sustento mucho más teórico donde artistas y críticos debaten e intercambian conceptos de lo que sucede hoy con el arte y la fotografía y lo que vendrá. Por eso, son tan importantes las bienales, para poder tener acceso a todo lo que está ocurriendo en cuanto a tendencias a nivel mundial.

El resultado más importante de la bienal de fotografía es que todas sus obras van a ser subastadas a beneficio del FLENI (Fundación para la Lucha de Enfermedades Neurológicas de la Infancia) y Save The Children el 14 de Febrero en el Malba.

Una parte de la muestra de la Bienal está separada para mujeres fotógrafas. Son más o menos 200 obras realizadas por artistas femeninas para el premio Julia Margarte Cameron.

Por otra parte están expuestos los premios Pollux para artistas y los premios Jacob Rus para documentalistas, pero la muestra no contiene un hilo conductor o eje temático sino que de acuerdo a lo expresado por Hardy, se dejaron llevar por la asociación libre. El objetivo de la muestra es el choque directo entre el espectador y 330 obras de gran nivel mundial.

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