El secretario de Finanzas, Luis Caputo, viajó el domingo a la noche rumbo a Nueva York con el propósito de mantener reuniones con el mediador judicial designado por el juez Thomas Griesa, Dan Pollack, para acordar un cronograma de reuniones, según informaron fuentes del Palacio de Hacienda. La intención del Gobierno es avanzar en las negociaciones para llegar a una solución en el conflicto con los holdouts y de esta manera ampliar las posibilidades de conseguir financiamiento externo.
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Este encuentro será una continuación del que ya mantuvieran el pasado 9 de diciembre, antes de que Caputo asumiera formalmente su cargo en el equipo económico, en una muestra de la celeridad que la conducción de Alfondo Prat Gay intenta imprimirle a las negociaciones.
La administración de Mauricio Macri manifestó que es prioritario resolver el litigio con los acreedores para así lograr acceso al mercado de capitales. El monto a negociar se aproxima a los u$s 10.000 millones de dólares, que incluyen el fallo original de u$s 1.330 millones, más unos u$s 6.000 millones de los llamados "me too" ("yo también"), a lo que se le debe agregar los intereses.
Por su parte, los acreedores manifestaron que estarían dispuestos a recibir un pago en cuotas y en bonos, pero a cambio de que la Argentina acepte el total de la deuda.
Griesa mantiene bloqueado los pagos de la deuda reestructurada de la Argentina por incumplimiento de sus sentencias, lo que le impide al país poder colocar deuda en el exterior.
De acuerdo con estimaciones de Credit Suisse Group, Argentina tendría que emitir cerca de 20.000 millones de dólares para pagar a los holdouts. En medios financieros internacionales se especula con que un acuerdo se podría lograr en el primer semestre del año próximo y que la reestructuración debería realizarse de forma tal de no innundar el mercado con bonos argentinos.
Se considera que el Juez Griesa podría liberar los pagos de los bonos reestructurados una vez que el gobierno de Macri logre la mayor cantidad de acuerdos posibles con los holdouts. Los bonos argentinos subieron durante los últimos meses ante la expectativa de los inversores en cuanto a que la Argentina logrará a corto plazo un acuerdo con los acreedores.
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