Ojea: “La crisis económica resiente la confianza en la dirigencia política”

Primeros indicios: la Iglesia no le perdona a Macri haber habilitado el debate del aborto; el mensaje de lanzamiento fue directo a la política en medio de la crisis económica. Documento final ya está en marcha.

Vestuario. Los obispos retiran ayer la vestimenta ceremonial blanca durante el comienzo de las deliberaciones de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina que sesionará toda la semana en Pilar.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, advirtió ayer que la Iglesia atraviesa un "momento crítico" tras un año "sumamente difícil". Tras ese breve reconocimiento y en el primer mensaje que se escuchó desde la Asamblea Plenaria de obispos que sesionará toda la semana en Pilar, Ojea lanzó la primer crítica al gobierno de Mauricio Macri.

"Estamos terminando un año sumamente difícil. Muchos acontecimientos que hemos vivido en los últimos meses nos han provocado perplejidad y, al mismo tiempo, nos plantean grandes desafíos pastorales", dijo en su misa de apertura.

Mencionó entre ellos "la habilitación del debate sobre el aborto y su repercusión en muchos jóvenes", el fenómeno posterior de las "apostasías", las denuncias de abusos en colegios religiosos y "ataques a la persona del santo padre desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes".

Y sentenció: "Todo esto lo hemos vivido en medio de una crisis social y económica que golpea a todo el pueblo argentino, y que va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia", Lo escuchaban decenas de obispos reunidos en la casa de ejercicios El Cenáculo (La Montonera) en Pilar.

Mientras eso sucedía la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, liderada por Pablo Moyano y Sergio Palazzo, se solidarizó con el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani y denunció "una campaña de desprestigio y persecución que desde el Gobierno y los medios hegemónicos se desató contra su persona y la Iglesia católica".

Radrizzani fue quien ofició la misa que organizó Hugo Moyano en Luján y que después fue reconocida por Pablo Moyano como imposible de realizarse sin el permiso del papa Francisco.

En Pilar Ojea continuaba frente a sus pares: "Hoy más que nunca debemos cuidar y defender la unidad de nuestro Episcopado, buscando plantear de frente nuestros acuerdos y desacuerdos, no permitiendo que el espíritu del mal logre dividirnos. Es tiempo de diálogo sincero, profundo y valiente entre nosotros. Un diálogo así nos enriquece y favorece nuestra unidad".