18 de febrero 2009 - 00:00

Otra vez inseguridad sacude a San Isidro: acribillan a policía

Otra vez inseguridad sacude a San Isidro: acribillan a policía
Un teniente de la Policía Bonaerense fue ejecutado ayer de cuatro balazos por la espalda con su propia arma reglamentaria por un delincuente al que sorprendió cuando asaltaba un comercio de San Isidro, informaron fuentes policiales.
La víctima fue identificada como el teniente Aldo Garrido, de 61 años y 29 de actividad en la Policía, quien hacía muchísimo tiempo vigilaba la zona comercial vecina a los tribunales sanisidrenses y, si bien estaba en edad de jubilarse, ayer le habían comunicado que seguiría unos meses más en actividad.
Tras enterarse del crimen, los vecinos de la zona salieron a la calle para repartir cintas negras en señal de luto y organizar para ayer una misa y una movilización en su homenaje. Los voceros policiales informaron que el hecho sucedió poco después de las 9 en un local comercial de la firma Kevingston, situado en Chacabuco 361, a unos 100 metros de los tribunales de San Isidro.
Según las fuentes, en su recorrida habitual por la manzana, Garrido advirtió una situación extraña en el local y decidió entrar para ver si le había sucedido algo a la empleada.
Pero, una vez en el interior, el teniente fue sorprendido por un delincuente que lo redujo, le quitó su pistola reglamentaria y lo ejecutó de tres balazos por la espalda, según las primeras evaluaciones realizadas por los peritos que acudieron al lugar del crimen.
Tras el ataque, el ladrón huyó del local junto a una mujer que lo secundaba y por el momento ambos se encuentran prófugos.
El juez penal de San Isidro Luis Cayuela informó que conocía a Garrido desde hacía más de 30 años, ya que custodiaba la zona, y recordó que ayer mismo él le comunicó que seguiría en actividad un tiempo más y que no lo jubilarían aún, pese a que estaba en edad. «El era policía de alma», aseguró el magistrado sumamente conmovido.
Una mujer contó a la prensa que ayer el teniente Garrido le había comentado que le faltaba poco para jubilarse y que, no obstante, iba a seguir estando en la zona, ya que «trabajaba hasta cuando tenía franco».
En tanto, policías de San Isidro y el fiscal de turno de ese distrito trabajaban para atrapar al agresor, mientras que se realizaban los peritajes de rigor para determinar la secuencia del suceso. Las fuentes dijeron que la pista principal es que Garrido fue ejecutado con su propia arma, que no fue hallada en el lugar del hecho, aunque deben efectuarse las verificaciones y la autopsia correspondiente.

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