Otro senador en tránsito quiebra el empate entre Gobierno y oposición

Samuel Cabanchik, senador por la Capital Federal, desató otra crisis anoche en la oposición. Tras haber militado hasta ahora en la oposición, aunque con camino errático, se reunió ayer con Cristina de Kirchner y Aníbal Fernández en la Cada Rosada con la excusa de discutir sobre la «ausencia» de diálogo entre la oposición y el oficialismo.

Pareció una presentación en sociedad de una nueva realidad en el Senado, donde el armado opositor ya había perdido el quórum propio en manos del kirchnerismo, situación que ahora parece agravarse. Ahora, con esta adquisición, el kirchnerismo se garantizará una mayoría en el Senado que hasta ahora sólo podía armar con apoyos inestables.

Explicación

El propio Cabanchik explicó esa visita, que el Gobierno se empeñó inmediatamente en publicitar: «Hace quince días le envié una carta a Aníbal Fernández advirtiéndole sobre la ausencia de diálogo y la necesidad de trascender ese antagonismo desmesurado que domina la opinión pública y la política», dijo.

Él mismo relató la reunión: «La Presidenta ingresó, saludó y expuso sus puntos de vista. Se mostró abierta a la posibilidad de buscar alternativas para romper la fuerte bipolaridad que existe en la política argentina». Lo dijo intentando despejar cualquier suspicacia, algo que no logró. Sobre todo, si se recuerdan sus últimos pasos. Cabanchik abandonó el bloque de la Coalición Cívica al poco tiempo de asumir su banca alegando problemas internos en la bancada que integró con María Eugenia Estenssoro. Desde ese momento, se mantuvo junto con la oposición, en especial, con el bloque que organizó el pampeano Carlos Verna para negociar el reparto de cargos en las comisiones del Senado.

La semana pasada colaboró con su presencia para que Miguel Pichetto lograra el quórum y aprobara en esa cámara el proyecto de Verna que intenta convalidar el DNU del Fondo de Desendeudamiento mediante una ley.

Lo hizo en la misma semana en la que participó de un acto del chubutense Mario Das Neves en el Hotel Castelar y luego de otro de Margarita Stolbizer. Tras ese rally, llegó a la Casa Rosada para el encuentro con Cristina de Kirchner, un paso que en pocos días puede confirmar una borocotización.